El 28 de octubre del año pasado Elon Musk trinó “el ave es libre”, cuando tomó control de Twitter después de pagar 44.000 millones dólares. Desde entonces, esta red social es una montaña rusa de controversias, desde el despido intempestivo de personal hasta la verificación defectuosa de cuentas famosas.
Por varios años fui tuitero hasta que perdí el acceso a mi cuenta. Como cambié mi número de celular no pude ver más los mensajes de texto con códigos de verificación enviados por Twitter a mi número anterior. Por lo tanto, hace más de un año que no uso Twitter y he notado varios beneficios y ningún perjuicio, me rinde más el tiempo, me concentro más fácil, tengo menos exposición a notificas falsas, etcétera. Entonces, aquí comparto algunos argumentos para salirse de Twitter.
- Noticias falsas y cuentas falsas. Sólo por dar un ejemplo, entre muchos, en noviembre de 2022 una cuenta simulando ser una farmacéutica mintió al anunciar que el medicamento insulina sería gratuito a partir de la fecha. Este trino se hizo viral y causó perjuicios económicos.
- Discursos de odio y de discriminación. Desde que Twitter cambió de dueño estos contenidos aumentaron en la red social, reportó CNN. Esto puede ser racismo, homofobia, xenofobia, etcétera. También es preocupante que se haya reducido el personal que modera los contenidos.
- Información personal, tiempo y esfuerzo entregados a Twitter sin compensación. Si una persona le dedica 9 minutos al día a consultar y actualizar la red social, es decir, una hora a la semana, o 52 horas en el año, y una hora ordinaria de trabajo cuesta 4.833 pesos, esta persona puede empezar a calcular cuánto tiempo, o trabajo, o dinero, le está entregando a esta plataforma. Esto asumiendo que una hora de tiempo y esfuerzo se valora en un salario mínimo. ¿Se compensa con lo obtenido a cambio? Por supuesto, la excepción a esto son las personas que profesionalmente son contratadas para generar contenido en Twitter: administradoras de comunidad, periodistas, influenciadoras, columnistas, publicistas, comunicólogos, etcétera.
- Las opiniones, ideas o contenidos publicados pasan a ser de libre uso de Twitter. Así lo explica los términos de servicio de Twitter: “Al enviar, publicar o mostrar Contenido a través de los Servicios, nos otorga una licencia mundial, no exclusiva, libre del pago de derechos (con derecho a sublicencia) para usar, copiar, reproducir, procesar, adaptar. modificar, publicar, transmitir, mostrar y distribuir dicho Contenido en todos y cada uno de los medios de comunicación o métodos de distribución posibles (…)”.
- Entrega de datos personales. Al dar clic aceptando las condiciones de Twitter se aprueba la recolección de información personal de gustos, seguidores, interacciones, hábitos relacionados, etcétera.
- Twitter es un disparador de ansiedad. La ansiedad es definida como un “Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.” Al consultar Twitter se expone la mente a contenidos tóxicos disparadores de ansiedad, desde textos hasta videos. El algoritmo muestra aquello que sostenga la atención, independiente del efecto, el modelo de negocio es ofertar esa atención a quien pueda pagarla.
- Perjuicios profesionales en el largo plazo. Hoy puede publicar un contenido apoyando a una idea, a un partido político, a un equipo de futbol, o a cualquier otra cosa y al pasar el tiempo esto puede afectarle, si por ejemplo consigue un trabajo con un equipo de futbol distinto. Hay dinámicas en Twitter donde se dedican a buscar contradicciones entre opiniones pasadas y presentes de personajes públicos. A veces la gente cambia de opinión cuando aprende o vive cosas nuevas, pero los trinos seguirán ahí.
- Twitter deforma la percepción de la realidad. Esta plataforma expone a su audiencia a contenidos compatibles con sus gustos, pero esto puede crear burbujas sociales donde parece que el mundo es algo que realmente no es, por ejemplo que la mayoría de la gente apoya el mismo equipo de futbol. Estas burbujas sociales estallan cuando se va al estadio y se da cuenta que en realidad el otro equipo tiene más hinchada.
- Hay otras plataformas más efectivas. Si el objetivo es llegarle a mucha gente, por ejemplo para promocionar una idea o un producto, otras plataformas como YouTube o Tik Tok tienen audiencias más grandes. Si el objetivo es compartir una opinión, puede escribir un blog, o mejor aún, puede hacer un video blog. Para iniciar o entrar en una conversación o debate ahora tener estos espacios virtuales es sencillo con Zoom o Facebook Live. Si el objetivo es buscar una información, puede usar un motor de búsqueda como Google.
- Genera emisiones de gases de cambio climático. Mantener andando los servidores de Twitter requiere uso de electricidad, que en parte proviene de combustibles fósiles. ¿Twitter genera emisiones de cambio climático a cambio de cuál beneficio para la humanidad?
- Las falencias en la verificación de la identidad de quienes están detrás de las cuentas podría prestarse para pasar los límites de la legalidad y la ética. Por ejemplo, esto podría permitir la divulgación de: discursos de odio y de discriminación, noticias falsas, información personal privada sin consentimiento, estafas, etcétera.
Estas son apenas ideas exploratorias, no me considero con la última palabra en nada y siempre estoy dispuesto a informarme, aprender y mejorar. En todo caso la pregunta es sencilla: ¿Qué le aporta Twitter a la vida cotidiana a cambio de los datos, tiempo y esfuerzo que se le entrega? Finalmente, aclaro que Twitter también tiene cosas positivas, pero no me alcanza el espacio, lo dejo para una próxima ocasión.