La evidencia histórica ha mostrado que en la posesión del poder han participado ciertos tipos de bienes. En la época medieval la sal era el bien diferencial, en el Mercantilismo las piedras preciosas, en la Revolución Industrial la maquinaria, representada por la máquina de vapor y en el siglo XX, el oro y el petróleo. En las últimas décadas, la información ha tomado el liderazgo y el papel protagónico de los anteriores ejemplos ha permitido a los diferentes actores de la sociedad tomar decisiones en provecho de sus propias particularidades.
Este oro digital se conoce actualmente como los sistemas de información, los cuales acumulan múltiple y diversa información de las ideas de negocio de los actores de la sociedad. Los sistemas de información en las dos últimas décadas han aumentado y dicho crecimiento está fuertemente ligado a la creación de nuevas tecnologías que permitan y tengan la capacidad de recopilar, almacenar y sobre todo analizar las bases de datos resultantes. En los sistemas de información interactúan actores, estructuras y métodos que se conoce como el ecosistema de los sistemas de información.
Los actores del ecosistema pueden ser múltiples, pero principalmente son el sector privado, el sector público y la sociedad civil (entendida como universidades, organizaciones ciudadanas de control y organizaciones ciudadanas de participación). Estos actores pueden participar en el sistema de información ya sea creando, ofreciendo o solicitando información. Las dos primeras formas de participación de los actores están relacionadas ya que el actor que construye el sistema de información, consecuentemente podría ofrecer la información con los actores que la están solicitando.
Sin importar que tipo de rol se tenga en el ecosistema, todos los actores están buscando recopilar información para poder analizarla y de ahí tomar decisiones que favorezcan el objetivo que cumplen en el ecosistema. Por ello, se vuelve fundamental el tipo de herramienta que se utilice para analizar la información y es cuando entra en juego en el ecosistema la metodología estadística de análisis conocida como minería de datos (Data Mining).
La metodología estadística de minería de datos trabaja en varios frentes como lo son los árboles de decisión, el machine learning, la minería de texto, el análisis de clúster, el análisis discriminante y el análisis factorial, entre otros. Todas estas metodologías permiten que de los sistemas y las bases de información, se saque provecho para el core del negocio en caso de las actores privados o para la implementación de políticas públicas, en el caso de los actores públicos.
Finalmente, las estructuras hacen referencia a la capacidad técnica tecnológica con las cuales cuentan los actores. Van desde las máquinas de análisis, la forma de captura de la información, los servidores que almacenen la información y los programas técnicos con los cuales se analiza dicha información. Esta parte es la que más se relaciona con el ámbito tecnológico y es la que permite el desarrollo analítico que consecuentemente facilita la toma de decisiones de los actores.
En Colombia, y teniendo en cuenta principalmente el sector público, se ha avanzado en la política de sistemas de información y utilización de datos, por medio de la creación de varios de ellos y de igual forma con la creación del marco regulatorio que hacen que los actores se vinculen en el ecosistema. Sistemas como eKogui, SECOP I y II, SIIF, MUISCA, SPOA, SIRI y SIA son claros y representativos sistemas de información que se están implementando y que a pesar que siguen en construcción, son valiosos para la toma de decisiones de política pública. Por ejemplo, el sistema eKogui (Sistema Único de Gestión e Información Litigiosa del Estado) tiene como objetivo “gestionar la información de la actividad litigiosa de las entidades y estatales del orden nacional” como lo indica la visión de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado (ANDJE) y claramente este objetivo ha permitido alcanzar ahorro público y utilizarlo en inversiones de carácter social.
De igual forma el SECOP I y II (Sistema Electrónico para la Contratación Pública) tienen como objetivo divulgar, controlar e inspeccionar tanto a las entidades públicas del orden nacional y territorial como a los contratantes y proveedores, en los procesos de contratación del Estado Colombiano. Esta herramienta ha permitido asignar de manera eficiente y transparente los proyectos y contratos de las entidades públicas a los contratistas y proveedores más idóneos, con consecuencias particulares como menor gasto y menores costos de transacción entre las entidades del Gobierno nacional y los proveedores.
Por otra parte, el marco regulatorio del acceso a la información pública y de transparencia en el país, se retoma han sido la Ley 1712/2014, el reciente CONPES 3920 de explotación de datos y el Decreto Reglamentario 1081 del 2015 y la Resolución 3564 del 2015. Por ejemplo, la ley 1712/2014 ha permitido “regular el derecho de acceso a la información pública, los procedimientos para el ejercicio y garantía del derecho y las excepciones a la publicidad de información”, como lo establece el artículo 1 de la ley en cuestión. De igual forma el CONPES 3920 permitirá generar valor agregado a la información que se genera en el diario vivir de las entidades públicas y con ello generar políticas públicas pertinentes y eficientes. Cada una de estas leyes permite que los actores se vinculen de manera institucional del ecosistema de los sistemas de información y claramente con el uso de ellos.
Los retos en la creación e implementación de los sistemas de información en Colombia son grandes, pero cada vez más el Gobierno nacional da directrices para que las entidades públicas tanto nacionales como territoriales estén encaminadas con dicho fin y den el papel que tiene la información al momento del diseño de políticas públicas.