Hace unos días, de manera bastante solapada, el AMB (Área Metropolitana de Bucaramanga) buscaba generar legitimidad en la comunidad bumanguesa ante el paradójico aumento en el transporte público de la región, en especial del ya controversial sistema de transporte, Metrolínea. Las cifras son claras, en un 13,51% ($250) asciende el precio de dicho sistema, aquel que hace unos años con bombos y platillos auguraba un modelo ejemplo en el país, eficiente, limpio, seguro, protector del medio ambiente; un sistema de transporte que en últimas nos sumió en la incertidumbre de vivir en la ciudad de los trancones, de la improvisación, un modelo ejemplo de maltrato y exclusión de la población.
Y el panorama parece ser poco alentador, un aumento del IVA para el 2016 que ya iniciando la época decembrina se vislumbraba en un casi 4% (actualmente es del 16%), un salario mínimo que por decreto presidencial ascenderá en un paupérrimo 7%, esto en cifras para la ciudad de Bucaramanga: aumentaría al mes el precio del trasporte en $84.000 mientras con el aumento del salario mínimo el auxilio de transporte quedaría en 77.700 pesos, generando un desequilibrio aún más abrumador para las familias que habitan en el área metropolitana.
Así las cosas, las medidas son necesarias y urgentes, ante un sistema condenado al fracaso por su misma administración; un modelo de transporte que llegue a toda la población, que sea suficiente y digno, una tarifa adecuada y la ineludible realidad de consolidar en el área metropolitana un subsidio de transporte que ayude a mitigar el desequilibrio y colapso económico de los santandereanos, que en últimas debe ser la apuesta de quienes somos usuarios y quienes no, del conductor de transporte asediado igualmente por la falta de garantías en su labor, si volvemos el descontento acción, tal vez mañana, más tarde que temprano, la dignidad en nuestro diario vivir sea una realidad.
PD: Diferentes traumas han azotado a la sociedad colombiana en los últimos años; perplejos, realmente consternados nos hemos sentido mientras se han ido de nuestras manos coronas, mundiales, se fueron sueños, ilusiones, tambalea la vida desde tal ilustre esperanza de poder surgir ante tanta ignominia que alberga al país del sagrado corazón. NOS QUIEREN ROBAR ISAGEN
