La Cumbre Mundial de Ciudades se tomó Medellín durante tres días, del 10 al 12 de julio. El evento no fue solo un espacio en que alcaldes de diferentes partes del planeta se reunieron para socializar alternativas de gobernanza, sino que sirvió, además, para fortalecer lazos de cooperación entre urbes. La ciudad anfitriona y Singapur consolidaron un programa para compartir proyectos y soluciones en aras de obtener progreso sostenible que mejore las condiciones de sus ciudadanos.
Entre las iniciativas puestas en el tintero estuvo Diamante Medellín, encabezada por la Fundación Metropolí y la Alcaldía, que consiste en un programa de desarrollo en conjunto para la capital antioqueña y más de setenta municipios del departamento.
La finalidad, a grandes rasgos, es que ninguno de los pueblos antioqueños sea ajeno a los avances que se logren en Medellín y cumplan con los parámetros de la metodología ‘Cities’, la cual propone construir territorios inteligentes que estén a la vanguardia de los retos que la globalización exige.
De esta forma, mediante investigaciones y estudios contratados, se explotarán los potenciales de las distintas comunidades para conseguir un mayor provecho. Territorios 4.0 fue el nombre elegido por las instituciones al mando de Diamante Medellín para la publicación en que se recolectarán y articularán iniciativas con las que el departamento pretende ser reconocido a nivel mundial por su visión de avanzada en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.
En días previos, los líderes de Singapur habían tenido la oportunidad de visitar a varios silleteros y conocer un poco más sobre esta actividad típica de esta zona de Colombia.
“Las flores son muy bonitas, ya sabía que Medellín era la ciudad de la eterna primavera y me contaron de esta tradición y de los campesinos” aseguró el director ejecutivo del Centro para Ciudades Habitables de Singapur, Khoo Teng Chve, al momento de referirse al arte de los silleteros.
Los artesanos, proveniente del municipio de Santa Elena, se tomaron el tiempo de explicarle a Teng Chve el proceso de elaboración de las silletas y hubo espacio para que se probara un carriel. Finalmente, se expuso una silleta de cuatro metros de ancho por 1.50 de largo, en las que participaron 10 personas y se utilizaron varios tipos de flores.
De esta forma, los singapurenses volvieron a su país y continente con un grato recuerdo de lo que Medellín y Antioquia pueden ofrecer.