Cartagena de Indias fue sede oficial del XVIII Festival de Música, un encuentro con la memoria de grandes maestros que parecieron detener el tiempo de una ciudad que carga un peso significativo de resistencia. Entre puestas de sol y brisas vehementes, artistas nacionales e internacionales, entonaron la sinfonía de la naturaleza.
A través de la palabra, la interpretación, los ritmos, los silencios y las partituras, se desarrolló este evento, en una ciudad mágica que pareció detenerse entre acústica musical, la exaltación del público y el silencio de una ciudad que conserva una tradición arquitectónica desde el siglo XVII.
Vivaldi, Beethoven, Sibelius, Schubert, Debussy, Grieg y Mendelssohn fueron los grandes protagonistas de esta edición musical, que tuvo como punto de encuentro la deconstrucción de las obras y la democratización del conocimiento, junto a expertos nacionales e internacionales.
La sinfonía, un encuentro con la memoria
Un punto de encuentro mágico, surreal, se llevó a cabo en el Palacio de la Proclamación, en la Capilla del Hotel Sofitel Santa Clara y el Teatro Adolfo Mejía; anfitriones, con estética única en su tipo en Colombia, que permitieron la interpretación de la orquesta Ensemble Allegria, el Cuarteto de cuerdas Nórdico, de Eldbjörg Hemsing, Nikita Boriso-Glebsky, Olli Mustonen, Lukas Geniušas, Georgy Tchaidze, Santiago Cañón-Valencia, entre otros.
A partir de sus interpretaciones, representaron el romanticismo de Jean Sibelius, la expresividad de Vivaldi y de Beethoven para ponerlos en diálogo con otros autores que estaban en una misma época, pero en diferente espacio. Un ejercicio interesante para resignificar la intencionalidad de las obras y un paralelo de sus vidas, que se puede entender en la interpretación moderna de la misma.
Para comprender los espacios que se llevaron a cabo en la décima octava edición, conversamos con el reconocido conferencista musical Giovanni Bietti; que, aunque participó del espacio, tuvo un rol muy importante en la explicación de los elementos musicales. Bietti, quien se ha formado como pianista y musicólogo, cuenta con una facilidad para contarle al público la historia detrás de una pieza. A continuación, la entrevista.
Las 2 Orillas: En el Cartagena Música Festival 2024 usted habló sobre la Sinfonía de la Naturaleza a partir de diferentes compositores e interpretes. ¿Cómo fue su experiencia en la Ciudad Amurallada?
Giovanni Bietti (G.B.): Este año el festival tuvo un programa complejo con diferentes temas, el primero basado en la representación de naturaleza; a través de la música y en representar estilos que eran muy fríos. Eso hizo que la experiencia fuera fantástica, pero fue un reto en cierto sentido.
Debo decir que la audiencia aquí en Cartagena es muy querida y siempre nos recibe con una actitud maravillosa, se puede sentir la amabilidad y el cariño de las personas. Todo ello hizo que esta edición fuera espléndida.
Las 2 Orillas: Tensión, provocación, música y pedagogía. ¿Cómo estos cuatro conceptos se relacionan cuando hablamos de sinfonía?
G.B.: La sinfonía es un género musical y, por tanto, puede significar varias cosas. Una pieza para una orquesta, es la más común. No obstante, la música de la naturaleza o la sinfonía de la naturaleza responde, desde la etimología, a tocar juntos. Es la idea esencial de la música. En nuestro ejercicio, logramos crear un buen resultado y con una variedad de estilos que es sorprendente.
La sinfonía tiene un significado muy especial, ligado a la interacción y a la habilidad de escucharnos a nuestros mismos. Creo que eso es muy importante, porque tenemos que estar atentos a esa posibilidad , de poder transmitir la comunidad que implica trabajar en conjunto. La música tiene mucho que decir al mundo en este momento, podemos colaborar, escucharnos y combinar sonidos, a pesar de nuestras diferencias culturales. Tenemos un lenguaje único que nos permite entendernos, a pesar de que una persona venga de Alemania, Asia, Europa o Suramérica. Es una posibilidad hermosa que nos permite crear armonía.
Las 2 Orillas: En sus conferencias, usted fue muy ilustrativo frente a lo que quería transmitir el autor en sus obras. ¿Podría explicarnos esas historias que están instaladas en las partituras?
G.B.: Gran pregunta, primero quisiera comentar la importancia que tiene el repertorio de la naturaleza, que se desarrolló de una forma lenta y progresiva. En esta ciudad, hicimos lo mismo, desde una representación natural de imágenes del siglo XIV y XV. Ellas, fueron capaces de ser repetidas y elaboradas. La idea de crear un viento, por ejemplo, fue notable en el repertorio madrigal del siglo XVI y también lo fue en Beethoven, Debussy y piezas recientes.
La idea de que la música pueda representar sonidos, imágenes y movimientos de la naturaleza es un rasgo muy importante que se ha logrado consolidar a lo largo de la historia. Es muy interesante este tema, porque nos permite ver diferentes ramificaciones y expresiones -como los sonidos del agua, del fuego, del trueno y demás- se pueden reproducir de una forma innovadora. Sin dejar aún lado la solidez de la tradición.
Las 2 Orillas: Para finalizar, señor Bietti, ¿qué mensaje le da a las nuevas generaciones que están incursionando en este género musical?
G.B.: Este momento es bien particular porque estamos viviendo en la época de inteligencia artificial y eso supone un reto: el uso que le vamos a dar. La música clásica, por poner un ejemplo, tiene un valor agregado y es el peso de la historia. Hoy, es muy sencillo escribir una pieza musical con algún programa de inteligencia artificial. ¿Cómo va a reaccionar la música en general? No lo sabemos. Esperemos que sea de una forma positiva.
*Fotografías: Cortesía de la Oficina de Comunicaciones de Cartagena Música Festival 2024