Los pobladores de Cumaral, Meta, votaron NO a proyectos extractivos en su territorio. La decisión seguramente será ignorada, dice el editorial DEL Espectador del 6/06/2017, porque “la inversión extranjera seguirá nerviosa y el ejecutivo tendrá problemas de legitimidad (…) encontrar una manera armónica de darles voz y voto a las comunidades superando la falsa disyuntiva que enfrenta al agua con el petróleo o los minerales”. El asunto se puede resumir con la frase “minería Sí, pero no así”.
7.703 cumaraleños que salieron a las urnas hace dos semanas convocados por su alcalde, con la pregunta “¿Está usted de acuerdo, ciudadano cumaraleño, con que dentro de la jurisdicción del municipio de Cumaral (Meta) se ejecuten actividades de exploración sísmica, perforación exploratoria y producción de hidrocarburos? Con un resultado nada despreciable: un contundente 97 % de los votantes dijeron NO.
“Desde 2016 la empresa indochina Mansarovar hace actividades de exploración en el Bloque Llanos 69, que el Gobierno le adjudicó en 2014 conformado por 22.000 de las 69.000 has. la tercera parte del municipio” ¿Resulta de poca monta concesionar la tercera parte de un municipio a una transnacional para que revuelque todo en busca del oro negro?
Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombia de Petróleos y vocero de Masarovar, afirmó “la consulta no es vinculante para las actividades petroleras que ya se están adelantando. Al respecto el Consejo de Estado señala que tienen efecto hacia el futuro, pero que no pueden detener los proyectos que actualmente se están adelantando”, peligroso argumento, usado por el Gobierno en ocasiones similares, que sirve de punta de lanza para arrasar con la “democracia participativa” de la Constitución de 1991.
¿A qué se refiere con eso de motivos non sanctos que se asocian a estas consultas?; muchos pueblos del país no han visto las bondades de las regalías, que se pierden en el tonel de las Danaides de la corruptela nacional y regional. No es un “discurso simplista” en contra de la minería lo que tiene que ver con la afectación del medio ambiente y en especial la contaminación y el deterioro cuantitativo y cualitativo de las fuentes hídricas.
¿El gobierno del Santo Nobel de Paz tendrá el síndrome del Rey Midas? Si bien puede haber ejemplos mundiales de extracción de hidrocarburos responsables, no es el caso colombiano, cuya política de “locomotora minera” no se ha hecho sin afectar la sostenibilidad de las regiones y las finanzas que se prometen a ellas. Las reglas claras que se reclaman, del Gobierno Nacional, con redistribución de recursos que beneficien los pueblos afectados por estos proyectos, no se definen y solo les llegan los males asociados a ellos: aumento de la prostitución, inseguridad y, lo peor, el deterioro de sus condiciones ambientales, de seguridad y potabilidad del recurso mineral más importante pata la vida, el agua.
Estamos de acuerdo. No puede ignorarse la voluntad popular y seguir marginando a las comunidades de las decisiones que las afectan. Que hable el Gobierno, ¿qué mecanismo diferente a las consultas puede funcionar en este caso? ¿La represión?, ¿la mermelada para los corruptos de la zona para que avalen execrables crímenes medioambientales en beneficio de unas cuantas multinacionales?
