La Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la federación sindical más grande de Chile, anunció hoy que convoca a una huelga laboral general para el 23 de octubre, argumentando que ningún trabajador debería estar en riesgo durante la actual crisis social que vive el país.
La CUT dijo que el presidente Sebastián Piñera está dando señales de no estar en forma para seguir liderando el país, ya que no parece entender las razones detrás de las protestas. La organización dejó la puerta abierta para levantar el llamado a la huelga si el gobierno toma medidas para resolver la crisis, pidiendo a la administración que levante los toques de queda y retire al personal militar de las calles.
Muchas industrias en Chile ya están paralizadas y otros sindicatos también han anunciado su intención de huelga durante los próximos dos días. Los mineros que trabajan en Escondida, la mina de cobre más grande del mundo, anunciaron que realizarán un "paro de advertencia" de al menos 10 horas para mostrar solidaridad con las protestas.
Del mismo modo, los trabajadores portuarios afirmaron que trabajarán horas reducidas para unirse a las protestas pacíficas. En la industria minorista, muchas tiendas se vieron obligadas a cerrar debido al creciente vandalismo y los trabajadores amenazan con hacer huelga en las cadenas de supermercados que permanecen abiertas.
Con los sindicatos uniéndose a las protestas, es cada vez más claro que la actual crisis social no es solo una pequeña minoría de ciudadanos que cometen actos de vandalismo, como muchas veces intentó sugerir Piñera durante sus discursos.
Una huelga general el 23 de octubre podría llevar a que las manifestaciones se vuelvan más masivas de lo que han sido hasta ahora, pero eso no significa necesariamente que dará lugar a un aumento en el vandalismo y la violencia. La actividad económica sufrirá al menos media semana de paros, pero en este punto es difícil estimar cuál será el impacto total.
