El sindicalismo es sujeto de reparación colectiva. Así lo declaró en nombre del estado colombiano, el presidente Gustavo Petro el pasado 14 de septiembre en acto con el sindicalismo en la ciudad de Bogotá.
Señaló de manera muy especial y categórica que el sindicalismo es parte sustancial de la institucionalidad democrática en Colombia.
Que el sindicalismo ha sido baluarte en la lucha por la democracia.
Se podría agregar que el sindicalismo tiene esa connotación a nivel mundial. Desde la creación de la OIT en 1919 cuando finalizó la primera guerra mundial, el sindicalismo es una de las tres partes que constituyeron dicha organización, junto con los empresarios y los gobiernos.
La OIT es la única organización de las diversas de Naciones Unidas en la cual el sindicalismo tiene voz y voto y un escenario en el cual se pueden entablar las quejas sobre violaciones a las libertades sindicales de los gobiernos y los empresarios.
A pesar de todo esto, en Colombia el sindicalismo soporta una estigmatización y ha sufrido un genocidio, por el cual se debe hacer la reparación colectiva.
La Comisión de la Verdad CEV, entregó hace dos años un documento donde además de precisar el exterminio y la violencia antisindical frente al sindicalismo en medio del conflicto armado, propone al menos cuatro medidas de reparación, a saber, garantizar las libertades sindicales, ampliar la democracia, recuperar la capacidad organizativa de los sindicatos y los derechos individuales y colectivos, dado la reducción de derechos en estos temas, en medio de la perversa combinación de neoliberalismo y violencia antisindical.
Sin embargo, una de las tantas acciones planteadas para recuperar derechos, fue que en la reforma laboral se contemplaran una serie de medidas que garantizaran los derechos colectivos en armonía con los estándares internacionales de la OIT, desafortunadamente fue duramente cuestionada por las grandes corporaciones empresariales nacionales y extranjeras y en concreto por el Consejo Gremial Nacional que preside Bruce MacMaster.
En una acción condenable, la Comisión Séptima de la Cámara por mayoría, determinó anular la inmensa mayoría de los artículos relacionados con las libertades sindicales en la reforma laboral
Y en una acción condenable, la Comisión Séptima de la Cámara por mayoría, determinó prácticamente anular la inmensa mayoría de los artículos relacionados con las libertades sindicales en la reforma laboral, en contravía de la OIT y las innumerables recomendaciones nacionales y extranjeras de diversos organismos, entre otros, como el de la CEV.
Visto así, el Comando Nacional Unitario, integrado por las tres centrales obreras, CUT, CGT y CTC y las confederaciones de pensionados, ante esta actitud regresiva de la Comisión Séptima de la Cámara, le ha solicitado al presidente Gustavo Petro, expida dentro de sus facultades constitucionales y legales, al menos 7 decretos ejecutivos sobre negociación colectiva por rama o multinivel y unificada, mayorías en la huelga y servicios mínimos en la huelga en servicios públicos, límites a la tercerización laboral ilegal, agilización de los tribunales de arbitramento, fortalecimiento de los comités de convivencia ante los abusos laboral y sexual en el puesto de trabajo y garantías sindicales.
Concluyamos que desafortunadamente sigue existiendo odio contra los sindicatos como una extensión de la violencia antisindical y que la deuda para recuperar el sindicalismo como un baluarte de la lucha por la democracia sigue pendiente.
Posdata: para el segundo tiempo del gobierno del cambio se prepara la Asamblea Nacional por las reformas sociales, la paz y la unidad el 14 y 15 de septiembre en la Universidad Nacional en Bogotá, convocada por el Comando Nacional Unitario, la Coordinadora por el Cambio, la Minga social y comunitaria y el Pacto Histórico.
X: fabioariascut