Nuevamente invito a cada persona a enriquecer y asumir como propia esta propuesta de ejercer el liderazgo que tienen en su interior y volcarlo sobre nuestra ciudad que está gravemente enferma de desidia, individualismo, fragmentación, desmotivación, caos, hambre, irrespeto por las normas, suciedad, ruido y hasta subempleo. Cada día la pobreza crece y los de siempre se enriquecen más y más.
Estamos indignados con nuestros representantes, mal llamados "líderes". Ellos llegan a los cargos como una mercancía más, fruto de la compra y venta del voto sagrado, por eso no tienen compromiso posterior, el negocio ya se realizó. Las elecciones cuestan millonarias sumas de dinero que no sabemos de dónde proceden. Se acepta que desde las cárceles sigan eligiendo e imponiendo candidaturas que en algunos casos no tienen arraigo ni pertenencia con nuestra ciudad.
Ahora la moda es que los cargos públicos se comparten entre parejas, como si el Estado fuera su patrimonio. E incluso hay personas que quieren llegar a ellos solo siendo bachilleres y sin ningún mérito. Pero ese no es todo el descaro. En las elecciones pasadas a un candidato lo detuvieron por portar millones el día antes de los comicios y ahora será nuevamente candidato. Este en mi humilde opinión ha debido ser vetado de por vida para aspirar a cargos públicos.
Volviendo al punto. La ciudad es de todos, somos los dueños del dinero público, este viene de los impuestos que pagamos diariamente a la municipalidad y el departamento. Exigimos tener excelentes gobernantes, gerentes visionarios, personas idóneas con ética. ¿Quién escogería el peor empleado para su empresa? Seleccionaríamos la mejor hoja de vida. La ciudad es nuestra y la debemos cuidar para poder progresar.
Por ello hemos de asumir un liderazgo cohesionado, gestor para el cambio de la sociedad desde la ciudadanía, con conocimiento y carácter para exponer nuestros problemas y dar soluciones. Todo esto para hacer de nuestro territorio un espacio habitable, sustentable y sostenible.
Es nuestro deber preguntarnos y conocer cuál es el mandato que nos da la Constitución para participar en las auditorias ciudadanas, además de saber nuestros deberes y derechos con el plan de desarrollo, al cual nos invitan a participar en la formulación para cumplir con la norma, ya que más tarde en la ejecución y control de la gestión es asunto a puerta cerrada.
¿Qué necesitamos? Abrir un espacio de comunicación a nivel nacional y local en los medios de comunicación escritos y hablados, también en las redes, para buscar apoyo, vocería y representatividad.
¿Cómo? Inscribiéndose en el comité de comunicaciones, consiguiendo una hora de emisora, proponiendo nombres de personas idóneas para conformar el consejo de ilustres que guíe este, organizando el proceso de elaboración del perfil con participación barrial, motivando a la facultad de psicología de la Cecar para que nos asista en el concurso de méritos y organizando un evento público en la plaza de Majagual para valorar las candidaturas.
Cada persona tiene vínculos, puede hacer gestión, empoderarse de este reto: ciudad con ciudadanía. ¡Dios nos ilumine!