El pasado 26 de julio, la alcaldesa de Bogotá le solicitó a la Policía Nacional luchar contra los bicitaxis o mototaxis que sirven de transporte alterno para muchos ciudadanos de Bogotá sin reparo de su estrato social, esto bajo la premisa que la cobertura del SITP es tan amplia que no es necesario que el Gobierno siga haciéndose de la vista gorda ante este transporte informal en la ciudad.
Pero Claudia no ha sido la única alcaldesa que luchó contra este modelo de transporte, Peñalosa en la administración anterior también lo intentó, aunque infortunadamente, no logró ni siquiera su regulación, y mucho menos sacarlos de las calles capitalinas; en este momento se descubrió que este no era un modelo de transporte que le respondiera al conductor, sino que era una estructura organizada de transporte, la cual para 2019 tenían un total 4.616 bicitaxis y que en algunos casos eran aliados de bandas delictivas de algunos sectores de Bogotá; así como se descubrió del jugoso negocio alrededor de cada uno de estos bicitaxis, ya que pueden llegar a tener un valor en el mercado desde millón y medio (si es a pedal) o hasta lo 15 millones dependiendo del motor que usen.
Es claro que este es un sistema de transporte ilegal, que viola los códigos de tránsito, atenta contra la seguridad tanto de los usuarios, como de los peatones, ciclistas y los mismos vehículos cuando estos transitan por las calles de la ciudad, pero también ciertamente es la mejor solución que la ciudadanía encontró frente a las diversas fallas del Sistema Integrado de Transporte de Bogotá, entre las cuales se encuentran las constantes demoras de los buses del sistema, que algunos no transitan en determinados barrios, y que su cobertura en unidades residenciales es casi nula, a lo cual estos métodos de transporte llegan a ser la opción más viable y rápida para cientos de habitantes.
Muchas personas pueden pensar que es una buena medida que este modelo se retire inmediatamente de las calles de Bogotá ¿Pero qué costos traería esta decisión? Alcaldesa, no sería mejor, en vez de sacar los bicitaxis del mercado de una vez, se pueda suplir esa inminente ausencia de transporte con más de sus nuevas bicis para la capital, realizar alianzas comerciales con patinetas eléctricas y ubicarlas en corredores sensibles en temas de movilidad para ayudar a la movilidad de los bogotanos.
Es importante mirar al pasado y ver los errores de los anteriores burgomaestres de la capital, donde en su afán de dar resultados en diversos temas no midieron los impactos negativos, por eso alcaldesa, si bien su intención es buena y sobre todo necesaria, por favor no permita que por eliminar un modelo de transporte ilegal, se sacrifique, el empleo de un sector vulnerable de la sociedad, la seguridad, calidad de vida y sobre todo la movilidad de cientos de habitantes que claman día a día que mejore la movilidad de su ciudad y cada día seamos un referente de intermodalidad de transporte en las grandes ciudades de la región.