Desde hace varias semanas, Rappi ha presentado reiterados inconvenientes con su app, especialmente los pasados dos domingos. Dichos problemas se presentan ya que los domingos son los días de máximo ingreso en la operación de Rappi, y se manifiestan con una falla general que ha ocasionado una altísima perdida de ingresos para los Rappitenderos (RT).
A pesar que uno de los lemas de trabajo de Rappi es “Rappi somos todos”, muchas veces se ha podido ver que para la empresa quienes transportamos los diferentes pedidos, los RT somos material desechable. La empresa sabe muy bien que el modelo de trabajo que tenemos con ella potencia y favorece la competencia intensa y hasta desleal entre todos los RT e impide que nos unamos como gremio para sentarnos a exigir respeto para nuestras condiciones de trabajo.
Una de las constantes de la operación de Rappi ha sido el continuo cambio de reglas de trabajo para los RT. Prácticamente cada quince días aparecen reglas nuevas sobre entrega y recepción de pedidos y pagos, en una especie de permanente experimentación en la cual siempre es el RT quien se ve damnificado. Como si fuera poco, la app de trabajo (Rappitendero), además de sus continuas fallas, presenta actualizaciones continuas (se ha llegado a registrar hasta tres en un día) que tienen como característica permanente el empeoramiento del funcionamiento de la misma. Como evidencia se puede uno remitir a la calificación de dicha app en la Play Store de Android: de 1170 opiniones, 557 la califican con solo una estrella (nota mas baja) y 123 con 2 frente a 310 que la califican con cinco estrellas (nota mas baja), obteniendo una nota total de 2,5 sobre cinco. Y la mayor parte de los comentarios son realmente negativos.
Rappi no somos todos. A Rappi no le interesa en verdad la situación del RT. No obstante, el RT debe trabajar con su propio dinero e invertir en su equipamiento (a diferencia de otras apps, todo el material de Rappi debe ser comprado por el RT). Rappi fomenta la situación de individualismo y desunión de los RT debido a que le conviene para su modelo de negocio.
Afortunadamente esto ultimo está cambiando. Ya existen pasos en el sentido de una organización de RT para negociar condiciones fijas y justas de operación y se habla de un paro de rappitenderos que incluiría protestas ante la sede de operaciones de Rappi, el edificio de la 93 con 19 en donde nunca encontramos soluciones fáciles a nuestras necesidades.
Querido amigo que esta pensando en unirse a Rappi: piénselo detenidamente. Las condiciones que le están pintando no son las mismas que verá en el día a día.
Querido rappitendero: deje el miedo y la pereza y únase a esta iniciativa. De la unión de todos y todas depende que todos esos problemas que ha tenido que soportar y que terminan golpeando su bolsillo se arreglen. Sin rappitenderos, Rappi no puede funcionar.
Señores de Operaciones Rappi: si nosotros no pedaleamos y conducimos nuestras bicis y motos, ustedes no tienen negocio. Estamos cansados de la petulancia y prepotencia de ustedes, de la ineptitud de los agilizadores y del personal de atención al RT, del pésimo funcionamiento de la app, de los cambios de reglas de operación, de la continua amenaza de desactivacion por faltas menores o imaginarias y de la nula respuesta en los chats de ayuda y atención. Estamos cansados de las permanentes deudas con ustedes y las nuevas penalizaciones. Estamos cansados de que nos traten como objetos desechables y que solo de dientes para afuera indiquen nuestra importancia, mientras que al mismo tiempo vemos cómo se llenan sus bolsillos con el dinero que invertimos y que demasiadas veces perdemos.
Si de verdad Rappi somos todos, entonces demuestrenlo.
