Reinaldo Rueda ha sido durante toda su carrera un valiente que ha cogido las riendas de la Selección Colombia en sus momentos más delicados. Lo hizo primero en 2004 cuando Maturana renunció y el tomó la tricolor última en la clasificación al Mundial de 2006. Su gran trabajo nos mantuvo con ilusiones hasta la última fecha y aunque no se dio el milagro de clasificar, su labor fue espectacular teniendo en cuenta el equipo que tenía.
Lo despidieron injustamente en 2005 y volvieron a confiar en él 15 años después, nuevamente para apagar un incendio. Las derrotas 3-0 y 6-1 de Colombia con Carlos Queiroz causaron su renuncia y Rueda tuvo que volver a coger un equipo fuera del mundial.
El juego de la Selección al mando de Rueda no ha sido perfecto ni cerca, pero ha sido resultadista. No ha perdido ningún partido y ya se metió por lo menos en puesto de repechaje, pero el vallecaucano no se conforma y quiere ir directo al mundial, por lo que espera mínimo ganar todos sus partidos en condición de local.
Ganar todos los partidos de local incluyen una victoria contra Brasil el próximo domingo, situación nada fácil porque la canarinha ha ganado todos sus 9 partidos. “Seguimos en déficit, estamos conscientes de la necesidad nuestra en la tabla”, dijo Rueda después del partido, por lo que ante Brasil saldrá a ganar para montarse en la tabla y quitarle el invicto a los liderados por Neymar.