Qué fácil es ser candidato a la presidencia de Colombia, sobre todo después de aguantar un gobierno tan nefasto como el de Duque.
Según encuestas después del tercer lugar, los demás sólo estorban y gastan unos recursos ya sean propios, de particulares o posiblemente estatales de manera innecesaria y más con ánimo clientelista.
Pero el punto es que de los tres con posibilidades solo uno propone temas de fondo y el resto inclusive los que hacen paisaje democrático, esperan de forma canibalezca sus planteamientos para desmembrarlos y hacerse a las sobras y de ahí sacar partido.
Infortunadamente ninguno de los del montón ha recibido premios o reconocimientos internacionales, tampoco ha tenido el honor de ser invitado a Harvard a dictar conferencias, menos a ser senadores donde se aprenden los secretos de la Corporación y tampoco han tenido que sortear la persecución en sus alcaldías de ciudades pequeñas.
Quien encabeza las encuestas no lo es por gratuidad de los medios de comunicación o por acuerdos entre los más poderosos, le ha tocado a pulso exponiéndose a una lucha desigual pues toda su mal querencia de muchos se la ha ganado y con méritos sobrados por las denuncias comprobadas contra la corrupción, el paramilitarismo y especialmente con el dos veces presidente Álvaro Uribe. Denuncias que tienen hoy en la cárcel a muchos de los que hoy se habla en la Picota.
Proponer un ferrocarril en uno de los pocos países del mundo donde no existe ese popular y económico medio de transporte o sugerir que se debe sustituir el petróleo por combustibles limpios, pasando por el tema de pensiones o el perdón social son tildados de populistas porque son propuestos por él.
Sus contradictores prefieren los temas básicos como son: la lucha contra la pobreza, la inseguridad o la corrupción, la reforma a la justicia sin olvidar el tema de la salud, temas a los que nadie se opone, pero que resultan siendo tanto o más populistas que los planteados por el candidato puntero, porque de eso se habla siempre y hasta hoy ninguno incluido el actual Presidente ha podido o querido cumplir.
No seamos tan duros con el Dr. Duque pues solo una de las promesas de su meteórica campaña ha cumplido y hay que reconocérsela y es volver pedazos el proceso de paz, así en los foros internacionales lo niegue y se tome la molestia de enseñar al resto del mundo como se implementa este proceso en Colombia.
Pero volviendo a nuestra contienda electoral, que desde ya se pinta con visos fraudulentos por parte de todos los participantes, si no es porque avisados de lo que ha pasado siempre el candidato y sus seguidores lograron desmontar los resultados amañados que se les tenían preparados.
Creo que su ingreso como congresita sigue embargado y a punta de cuidadosos préstamos que se cancelarán con la reposición de votos, ha llevado su campaña, congregando gentes en gran número en las capitales y en las regiones lo que no han siquiera intentado sus competidores.
Por lo tanto, este candidato no es un advenedizo, y cuenta con el suficiente conocimiento de lo político, economista de carrera y suficientes muestras de entender lo social tema que le causó graves sanciones por reducir el pasaje del Transmilenio o rebajar el servicio de recolección de las basuras; cuando fue alcalde en Bogotá.
Pueda ser que esta vez las condiciones se den y no sigamos en manos de quien quiere el Dr. Uribe, pues ahora la táctica no es nombrarlo, sino dejar en el aire una candidatura independiente a la que apoyan, tanto el CD y los mismos que respaldaron a Duque pero que hoy ni siquiera lo nombran como si nada, ignorando de manera tendenciosa estos cuatro años perdidos por su culpa.
Que Petro se está aliando con este o aquel lo acusan, pues lo mismo están haciendo los otros y en este país. Si usted no se alía con quien sabe cómo es que es la cosa pues no sale adelante y si no me creen pregúntenle a Ingrid Betancur como es hacer política sin maquinarias y donde termina uno.
A los partidarios del candidato que no se afanen, las falsas noticias, los comentarios mal intencionados, las amenazas y las encuestas amañadas no detendrán a quien por años ha luchado por su creencia de una Colombia mejor.