Tal como van sucediendo los hechos ésta va a ser la realidad para millones de colombianos que no militamos en el partido del Centro Democrático. No debería ser así porque estas instituciones del Estado deberían estar al servicio de todos los ciudadanos de Colombia, pero esto cada vez más deja de ser cierto porque estamos bajo el gobierno de un partido. Por si a alguien le quedaba alguna duda de esta penosa y antidemocrática realidad, las últimas salidas del presidente Duque han ratificado que a la hora de la verdad, él es claro en entender que su responsabilidad se limita a las necesidades de su partido, especialmente de su cabeza, el expresidente Uribe. Miles de críticas le cayeron al presidente y no pasó nada.
Las consecuencias de no tener fiscal general de la nación ya las hemos palpado claramente. Recordemos que debe "Investigar y acusar a los presuntos responsables de haber cometido un delito. Aplicar el principio de oportunidad en los términos y condiciones definidos por el código penal". Que susto porque su evidente incapacidad de reconocerse como un alto funcionario que debe responderle a todo el país sumada a su desubicación al creerse un ser superior, solo demuestra que no era la persona para esa posición. Veremos mayores ejemplos de su parcialidad, de su desconocimiento y vendrán millones de falencias que le harán daño a esta entidad y especialmente al país, incluido al presidente Duque que lo hizo nombrar. ¿Se imaginan a este fiscal manejando el caso del expresidente Uribe que ya se siente con el derecho de dar órdenes sobre quién lo debe juzgar?
Y ahora analicemos el caso del defensor del pueblo. Venimos de tener una persona como Negret que lo vimos todos los colombianos jugándose por la gente que lo necesitaba, recorriendo al país llegando siempre a donde había una crisis de violación de derechos humanos. Se comprometió con sus funciones que son: "velar por la promoción, el ejercicio y la divulgación de los derechos humanos dentro del Estado social de derecho ", y ahora es reemplazado por alguien politiquero que también se ganó la lotería, sin experiencia en semejante tema en un país con una violencia recrudecida. Como si esto no fuera suficiente el presidente Duque presentó una terna de uno y una persona del grupo se retiró y lo hizo saber. Pónganle la firma, solo va a trabajar para Duque. Los demás olvídense.
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Lo único que teníamos los colombianos que era el procurador Carrillo, con la exministra lo vamos a perder sin posibilidad de protestar
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Y ahora lo que faltaba, la procuradora que ya está elegida, exministra de justicia de Duque mejor de Uribe, a quien le explotó el problema de las cárceles con el covid-19 y no le pasó nada. De nuevo, todo se lo debe al Centro Democrático así que lo único que teníamos los colombianos que era el procurador Carrillo, con la exministra lo vamos a perder sin posibilidad de protestar. Los partidos políticos arrodillados que tenemos ya aseguraron su elección. Esto como para que no se nos olvide cuando de votar se trate. El procurador Carrillo era quien daba alguna esperanza. Para que se asusten estas son sus funciones: adelantar y fallar las investigaciones que por faltas disciplinarias se adelanten contra los servidores públicos y contra los particulares que ejercen funciones públicas o manejar dineros del Estado. Eso se le aplicará a quienes decida el Supremo. De nuevo póngale la firma.
Somos un país de 50 millones de habitantes de los cuales la gran mayoría se queda sin fiscal, sin defensor del pueblo y sin procurador. ¿Puede esto seguirse llamando democracia? Y lo peor es que solo se levantan las voces de siempre.
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