El que no oye consejos... decían nuestros abuelos y lamentablemente esa es la realidad que padecemos en este momento. El gobierno Petro comenzó con grandes expectativas nacionales e internacionales y es evidente que en lo único en lo que ha crecido, es en incertidumbre, inseguridad y diríamos... Resignación.
Al revisar la percepción del presente y futuro del país, estamos en una situación que combina ansiedad, estrés y zozobra: comenzando por lo macro, se sigue transitando un camino de altísimas tasas de interés, déficit fiscal y cambiario, inflación, desempleo, precariedad del ingreso de los hogares, “fortaleza de la moneda”[1], inseguridad e insuficiencia en el ahorro nacional; las consecuencias no pueden ser diferentes a nuestro triste liderazgo en el índice de miseria (la suma de inflación y desempleo) y el ridículo desempeño de la producción interna.
Altas tasas de interés frenan la inversión y la apetencia por deuda; un déficit fiscal imprudente y desbordado por excesos de gasto público y bajísima inversión en casi todos los ministerios, sumado a una moneda, que salvo por sus movimientos “histéricos” está revaluada y por lo mismo, constituye un freno a las exportaciones y un estímulo a las importaciones, más el crecimiento del poder impune de la criminalidad, disfrazada o no por ideologías[2], no puede provocar un resultado diferente al freno y ralentización de la evolución de la producción interna (PIB), con ello al desempleo, la disminución de los ingresos de los trabajadores, el aumento de la informalidad y de nuevo, un bajo recaudo tributario.
Adicionemos ahora las “genialidades” de este gobierno: otra reforma tributaria (¿para aumentar a la brava el recaudo?), la propuesta de emisión primaria para pagar la reparación a las víctimas del conflicto (¿aumentar aún más la inflación?), el desarticulado e imposible proceso de la “inseguridad total”, aunque el gobierno lo llama pomposamente de paz total; el crecimiento desbordado de la corrupción a todos los niveles (¿todos a espaldas del Presidente?), el maltrato laboral más el nombramiento de incompetentes en posiciones claves, etc.
Bajo estas condiciones, seguimos con el peor desempeño de América Latina, salvo por las satrapías de Cuba, Nicaragua y la peor de todas, Venezuela; países todos en poder de tiranías criminales, que someten a sus ciudadanos, provocando deliberadamente miseria y por lo mismo, dependiendo de las migajas que los tiranos dejan caer de sus opulentas mesas; también sigue en los últimos puestos Argentina, pero, después de 20 años de “progresismo criminal”, se observan logros sorprendentes, dentro de la aplicación forzosa de políticas de control restrictivo a los excesos irresponsables de la política económica que la sumió en el abismo.
Hoy los hechos, fundamentan una profunda desconfianza en el rumbo que ha tomado Colombia, que se hunde en otros muchos otros “des”: desinversión, desempleo, desplome, desnutrición, desabastecimiento, desazón, desubicación. Todas las encuestas primero, desaprueban abrumadoramente la gestión del gobierno y, además muestran en terreno negativo la confianza de los empresarios (Banrepública, EMEE 08/24)[3] que ven como los 12 meses anteriores son peores que el actual y perciben peor el próximo año y del lado de los consumidores (Fedesarrollo, ICC 07/24)[4], todo en terreno negativo, aunque con una leve disminución del “rojo” en julio.
Una ñapa: desde el resultado de la 1ª vuelta, en mayo de 2022, el índice de clima de los negocios se desploma en el mes siguiente a la mitad comparado con el año anterior (de crecer 30,7% en abril cae al 17,1% en mayo); confirmado el triunfo de Petro se desploma a un dígito (del 17,1% en mayo cae al 3,5% en junio); en julio vuelve a caer (del 3,5% al 2,6%) y al posesionarse el presidente, cae nuevamente en agosto (del 2,6% al 0.8%). De septiembre de ese año hasta la fecha, las cifras en rojo: el mejor resultado en abril de este año, del -2,4% y el peor, un año atrás, en abril de 2023, -24,7%[5].
La solución está en recuperar la habilidad de ESCUCHA ACTIVA, primero del presidente, de los miembros del Pacto Histórico y de los de otros partidos que lo secundan, respondiendo al CVY en dinero, burocracia y contratos, todo ya más que probado; también de UBICARSE CON REALISMO DEL LADO DE LA DEMOCRACIA, rechazando las satrapías latinoamericanas, comenzando por la criminal de Maduro & Cia., además de MOSTRAR CON HECHOS que busca unir, consensuar sus pretensiones de cambio, todas las cuales serán apoyadas cuando van en pro de impulsar al país sobre un terreno de mayor equidad en el ingreso y la propiedad, pero, CON REALISMO.
[1] En medio de altibajos, tenemos una moneda sobrevaluada.
[2] Narcoterrorismo
[3] Encuesta Mensual de Expectativas Económicas: Clima de los Negocios del 9 al 13 de agosto de 2024
[4] Índice de Confianza del Consumidor a Julio de 2024
[5] Promedio -12,3% mensual; mediana del -11%
