- La cuenca alta del río Lebrija es la más grande en la jurisdicción de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga: ocupa un área de más de 217.000 hectáreas.
- Si el Plan de Manejo y Ordenamiento de la cuenca es aprobado, el 79% del territorio de los 13 municipios de la cuenta quedaría clasificado como zona de conservación y protección ambiental, dejando sin alternativas económicas a los habitantes de la zona.
Luego de un proceso de más de tres años, caracterizado por los errores y las omisiones, la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) está lista para aprobar un Plan de Manejo y Ordenamiento de Cuenca (POMCA) que puede afectar las actividades económicas de las que dependen los habitantes de trece municipios que componen la cuenca del río Alto Lebrija.
Esta cuenca es la más poblada del departamento de Santander. Los trece municipios comprendidos sostienen la seguridad alimentaria de la región y el recurso hídrico para las actividades de desarrollo económico y social de la zona. El proyecto del POMCA que pretende aprobar la CDMB fue planteado de espaldas al territorio, desconociendo la realidad social, económica, ambiental y técnica del área donde se implementará la regulación. A lo largo del proceso, hubo fallas técnicas y metodológicas, así como omisiones de información y uso de información desactualizada.
La comunidad no fue escuchada
En plan que se pretende aprobar se hace una zonificación de la tierra para llevar el 79% de territorio a conservación desconociendo las actividades económicas que los habitantes desarrollan desde hace décadas. La preocupación de las comunidades se debe a que no fueron informadas con claridad sobre los detalles del plan y, en muchos casos, aún lo desconocen y no tienen una noción real de cuál será el impacto sobre sus labores cotidianas.
Para garantizar la comunicación entre los pobladores de los municipios afectados por el plan y la CDMB fue creado un consejo de cuenca, que terminó convertido en un convidado de piedra en todo el proceso, ya que nunca fue escuchado por la autoridad ambiental ni por su consultor. “Lejos de tener un espacio para representar los intereses de la comunidad, quedamos relegados a una figura pasiva con aportes ignorados”, asegura Héctor Lizcano Pulido, Presidente del Consejo de Cuenca del POMCA Alto Río Lebrija.
Municipios sin actividades económicas
La cuenca del río Alto Lebrija ocupa un área de 217.334 hectáreas, e incluye a los municipios de Piedecuesta, Girón, Tona, Floridablanca, Bucaramanga, Suratá, Rionegro, El Playón, Matanza, Lebrija, Vetas, California y Charta. Allí están comprendidas, también, las cinco subcuencas de los ríos Lebrija Alto, Negro, de Oro, Salamaga y Suratá. Si el POMCA es aprobado como está, el 79% de ese territorio quedaría clasificado como zona de conservación y protección ambiental, haciendo inviable la agricultura, la ganadería y la industria que se desarrolla de manera legítima.
Esa clasificación tendría un fuerte impacto para la vida de las poblaciones vecinas, al limitar las actividades económicas que se desarrollan en el área y de las que dependen miles de habitantes de los municipios afectados. “El 21% del territorio restante corresponde a cascos urbanos y zonas llamadas de uso múltiple donde también se harían prohibiciones al uso agrícola, ganadero e industrial, para ser destinadas a restauración ambiental”, explica David González, exalcalde de Vetas y vocero de Dignidad Minera.
La irresponsabilidad de aprobar un POMCA mal formulado
Las comunidades afectadas han demostrado que el documento actual del POMCA tiene muchas falencias. Ante las vulneraciones de los derechos de las comunidades que podría ocasionar la aprobación del plan, estas solicitaron el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo para que intervenga como garante del bienestar de las poblaciones afectadas.
Los problemas que se pueden identificar en el texto actual del POMCA del río Alto Lebrija se deben a que parte de un diagnóstico que no refleja la realidad del territorio y pretende dejar el 79% del territorio para conservación ambiental, haciendo inviables las actividades económicas que se desarrollan allí y perjudicando a las comunidades. Así mismo, la CDMB se resiste a tomar en consideración las observaciones del consejo de cuenca.
“Con este plan, además, se quieren imponer prohibiciones al uso de los suelos en zonas que quedarían catalogadas como de riesgo alto, sin tener en cuenta suficientes estudios y usurpando la competencia de los municipios”, dice Ninfa Lizcano, vicepresidente del Consejo de Cuenca del POMCA Alto Río Lebrija. El POMCA está formulado con información desactualizada y sin articular el plan de ordenación forestal, el mapa de coberturas y las determinantes ambientales que aprobó la propia CDMB en 2019.
Ante el desconocimiento del territorio que queda en evidencia en el documento actual del POMCA que se pretende aprobar, los habitantes de los trece municipios le piden a la CDMB acopiar recursos en el plan de acción institucional y en el presupuesto, para buscar asesoría técnica y corregir las falencias que tiene el documento de cara a la comunidad y abrir espacios de concertación con los líderes de la comunidad para garantizar la participación ciudadana en esta importante decisión y que se logre planificar ambiente el territorio sin causar perjuicios a los habitantes.
Actualizar, corregir y adecuar la propuesta de POMCA que tiene hoy la CDMB generaría confianza entre las poblaciones involucradas. Las poblaciones de los 13 municipios afectados por el POMCA de la cuenca del río Alto Lebrija esperan que el aislamiento social y el cierre de atención al público generado por el COVID-19 no se conviertan en el escenario ideal para que la CDMB apruebe este plan con falencias técnicas, atentando contra la economía de la región y de espaldas a la comunidad.