En solo cuatro años Rappi logró un saltó casi que milagroso, o al menos impensable. De ser un ingenioso start-up colombiano que conecta a los que producen con los que consumen, se convirtió en una compañia que vale USD 3.500 millones, con presencia en diez paises además de Colombia -Argentina, Brasil, Mexico, Chile, Perú y Uruguay- y grandes inversionistas como el Softbank. A sus 34 años, el caleño Simón Borrero Posada, quien estudió administración de empresas en la Universidad de los Andes pasa cada vez menos tiempo en Bogotá, pero aceptó esta conversación con Juan Manuel Ospina y Adriana Arcila no solo para hablar de su multimillonario emprendimiento sino también de los problemas que no les faltan por su novedoso modelo de servicios con un esquema laboral que despierta más de una polémica.
Simón Borrero con su Rappi entre los 50 líderes más influyentes del mundo
El empresario rompió su silencio y contó de su emprendimiento que en cuatro años vale USD 3.500 millones y que Bloomberg colocó entre los 50 del 2019