Los indígenas aprovecharon el puente festivo para intensificar sus acciones violentas en los predios de la vereda El Cofre de Cajibío (Cauca), destrozaron cultivos, agredieron a los campesinos y provocaron un incendio. La indiferencia del Gobierno Departamental y las autoridades ante estos abusos flagrantes que vienen cometiendo estas comunidades es cómplice e insólita.
Las comunidades, con argumentos místicos vienen cometiendo toda clase de atropellos y violación de derechos constitucionales. Ellos asumen que deben recuperar la tierra que les fue despojada a sus antepasados con engaños y violencia, la misma violencia que ellos utilizan para despojar a los dueños legales de ahora. Se consideran los dueños legítimos de la tierra, los demás somos invasores, estamos de prestado.
En ese orden ideas, en cualquier momento podrían desalojarnos de nuestra propia casa, pues está construida sobre ‘su tierra’. Pasan por encima de toda la legislación, de la Constitución, desconocen el Estado de Derecho para conseguir sus intereses. Tienen su propia Jurisdicción Especial Indígena, no quieren a la Policía en su territorio, para eso tienen su propia fuerza policial, la Guardia Indígena. Lo contradictorio de esta legislación que pretende ser autónoma en derecho, política y territorio, es que sí reconoce al Estado Colombiano cuando le es de su conveniencia. Se apuran a reclamar cuanto derecho, subsidio o programa existe. No rechazan los recursos millonarios que reciben del Gobierno Central. El Estado sí existe cuando les da.
Un pequeño grupo de dirigentes privilegiados maneja el destino de miles de nativos que viven en condición de pobreza, fortalecidos en su gran capacidad de movilización que es su mayor mecanismo de presión y los ha llevado a conseguir grandes logros, millonarios recursos. Pero las comunidades de numerosos resguardos no cuentan con dinámicas productivas, conservan grandes extensiones de tierra ociosas, y su calidad de vida es precaria. ¿Hasta cuándo va a permitir el Estado que sigan sucediendo estos abusos con total impunidad? Ser permisivos es ser cómplices y de paso se siembra el germen de la violencia, pues si el Gobierno no hace respetar el Estado de Derecho con estos despojos, da vía libre a que las víctimas puedan defenderse con sus propias manos, y ese es el principio de todos los conflictos.