Cartagena son tres ciudades. La amurallada, en donde se concentran sus bellezas centenarias, es La Habana. Los rascacielos de una ordinaria ostentación es Miami. Esto es apenas el 20%. El resto es una ciudad olvidada, saqueada por la corrupción como Puerto Príncipe. La prostitución infantil y el sicariato pululan como los hongos después de la lluvia. El sicariato también. Cartagena se ha convertido en un territorio disputado por dos bandos, La Cordillera, la BACRIM creada por el paramilitar Rasguño, y el Clan del Golfo. Esto ha dejado 320 asesinatos en lo que va del 2022.
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Las inundaciones en La Boquilla, con cerca de 20 mil damnificados, es un síntoma más de una ciudad fallida. El diagnóstico lo hace el investigador y profesor universitario Freddy Goyeneche en esta entrevista.