La diabetes es una enfermedad que impide al organismo utilizar correctamente la energía de los alimentos. Aparece cuando el páncreas no produce insulina o sí produce, pero el organismo no es capaz de utilizarla (resistencia a la insulina); por tanto, necesita de un tratamiento para la diabetes. El Dr. Juan Pablo Llano, endocrinólogo pediatra, comentó que: “la diabetes se diagnostica a menudo en niños y adolescentes, sin embargo, se puede también presentar en personas de todas las edades. Su causa es desconocida y no se puede prevenir, aunque parece existir un fuerte vínculo familiar que se puede activar por factores medioambientales, como los virus, además que parece no estar relacionada con el estilo de vida o la obesidad”.
Existen tres tipos de diabetes y muy importante conocer la diferencia entre estas:
Diabetes tipo 1 es en la cual el páncreas ya no produce insulina. Para sobrevivir, las personas que tienen este tipo de diabetes necesitan un tratamiento específico y deben administrarse insulina por medio de inyecciones o de una bomba de insulina. La diabetes tipo 1 aparece con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes, y representa aproximadamente el 10% de los casos de diabetes a nivel mundial, según la Dra. Ana María Gómez, médico internista endocrinóloga, profesora de la Universidad Javeriana y jefa de la unidad de endocrinología del Hospital Universitario San Ignacio (Bogotá, Colombia): “el uso de la bomba de insulina en pacientes diagnosticados con diabetes tipo 1, ha evidenciado una significativa mejora en la calidad de vida de las personas, disminuye la variabilidad del azúcar, evitando bajones a los que los pacientes están expuestos diariamente.
Diabetes tipo 2, la cual es un trastorno metabólico causado por la incapacidad del organismo de producir suficiente insulina o de utilizarla correctamente. La diabetes del tipo 2 es la forma más común de esta enfermedad con un 90% de los casos. Las personas que padecen este tipo de diabetes pueden controlar su enfermedad con dieta y ejercicio físico, medicación oral y, en muchos casos, con un tratamiento de diabetes con insulina. Numerosos estudios clínicos indican que la obesidad y el sobrepeso se asocian a un mayor riesgo de contraer la diabetes tipo 2 que suele aparecer en adultos mayores de 40 años. Las personas con riesgo de contraer la diabetes de tipo 2 deben seguir las recomendaciones habituales para prevenir esta enfermedad;
Diabetes gestacional aparece exclusivamente durante el embarazo como un trastorno metabólico causado por la incapacidad del organismo de producir suficiente insulina o de utilizarla correctamente. A diferencia de los demás tipos de diabetes, la diabetes gestacional puede aparecer temporalmente y normalmente desaparecen tras el parto.
Nueve síntomas que deben ponerlo en alerta
1. Exceso de orina
El exceso de orina, también llamado poliuria que es la emisión de un volumen de orina superior al esperado. Es una de las primeras señales y síntomas de la diabetes. Cuando hay una elevada concentración de glucosa en la sangre, generalmente arriba de 180 mg/dl, el cuerpo necesita eliminar este exceso por medio de los riñones, a través de la orina. El azúcar se diluye con el agua del cuerpo y de esta manera es eliminada.
2. Sed excesiva
Si el paciente diabético orina en exceso, perderá más agua de lo previsto, generando deshidratación. La sed es el principal mecanismo de defensa del organismo contra la misma. El paciente bebe mucha agua, pero, como la glucosa continúa muy alta en la sangre, se mantiene orinando constantemente.
3. Cansancio
El cansancio crónico es otro síntoma común de la diabetes y ocurre por dos factores:
Por la deshidratación y por la incapacidad de las células para recibir glucosa: la glucosa es la principal fuente de energía de las células; es el combustible de nuestro organismo. La insulina es la encargada de la entrada de la glucosa en las células, en la diabetes tipo 1 es inexistente y en la diabetes tipo 2 no funciona bien. Por lo tanto, la diabetes mellitus se caracteriza esencialmente por la incapacidad del organismo para transportar glucosa hacia las células, reduciendo la capacidad de producción de energía del cuerpo.
4. Pérdida de peso
La pérdida de peso es un síntoma muy común en la diabetes tipo 1. Puede también ocurrir en la diabetes tipo 2, pero no es tan frecuente.
La insulina también es la hormona responsable por el almacenamiento de grasa y por la síntesis de proteínas en el organismo. Como en la diabetes tipo 1 hay ausencia de insulina, el paciente deja de almacenar grasa y de producir músculos. Además, como no hay glucosa para generar energía, las células acaban por generarla a partir de la descomposición de proteínas y de las reservas de grasa del cuerpo. Por lo tanto, el cuerpo sin insulina no genera músculos ni grasa y necesita consumir las reservas existentes. En la diabetes tipo 2 hay insulina circulante y estos efectos son menos evidentes y la resistencia a la acción de la insulina se va estableciendo lentamente a lo largo de los años, contrario a la diabetes tipo 1, que cesa la producción de insulina de manera relativamente rápida. La diabetes tipo 2 está asociada al exceso de peso, que es la principal causa de la resistencia a la insulina.
5. Hambre excesiva
Como las células no consiguen glucosa para generar energía, el cuerpo interpreta este hecho como si el paciente estuviese en ayunas. El organismo necesita de energía y la única forma que tiene para obtenerla es a través de la alimentación.
Una de las características del adelgazamiento debido a la diabetes es que éste ocurre pese a que el paciente se alimenta con frecuencia.
En la diabetes tipo 1 inicialmente hay un aumento del hambre, pero en fases más avanzadas el paciente se torna anoréxico, lo que contribuye aún más a la pérdida de peso.
6. Visión borrosa
Es un síntoma muy común de la diabetes, el exceso de glucosa en la sangre causa una inflamación del cristalino, la lente del ojo, cambiando su forma y flexibilidad, disminuyendo la capacidad de foco, lo que torna la visión borrosa. La visión suele quedar borrosa cuando la glicemia está muy elevada, volviendo a la normalidad después del control de la diabetes.
Esta alteración en los ojos no tiene nada que ver con la retinopatía diabética, la complicación oftalmológica que puede surgir después de varios años de diabetes, la cual será explicada en la segunda parte de este artículo.
7. Cicatrización deficiente
El exceso de glucosa en la sangre, cuando sucede de forma crónica, causa muchos disturbios en el funcionamiento del organismo. La dificultad en la cicatrización se da por una disminución de la función de las células responsables por la reparación de los tejidos, disminución de la proliferación celular y dificultad en la generación de nuevos vasos sanguíneos.
8. Infecciones
Así como se explicó en el inciso anteriormente, la diabetes también lleva a disturbios del sistema inmunológico, por alterar el funcionamiento de las células de defensa. El diabético puede ser considerado un paciente inmunosuprimido y presenta mayor riesgo de desarrollar infecciones que incluyen infección urinaria, infecciones de piel, candidiasis y neumonía.
9. Cetoacidosis diabética
La cetoacidosis diabética es una complicación de la diabetes tipo 1, siendo muchas veces la primera señal de la enfermedad. Como hay ausencia de insulina, las células no reciben glucosa y necesitan encontrar otra fuente para generar energía. Como ya fue explicado anteriormente, la solución es quemar grasa y músculos. Estas dos fuentes alternativas no generan energía suficiente como la glucosa e incluso producen una cantidad inmensa de ácidos (llamados de cetoácidos), lo que lleva a la cetoacidosis.
La cetoacidosis diabética suele ocurrir cuando los niveles de glucosa en la sangre sobrepasan los 500 mg/dl y es una emergencia médica porque hace que el pH de la sangre caiga a niveles peligrosos, pudiendo llevar a la muerte. Las señales y los síntomas de la cetoacidosis son: náuseas, vómitos, dolor abdominal, confusión mental, postración y dificultad respiratoria.
***
Desafortunadamente, no hay cura para la diabetes tipo 1, pero los tratamientos tienen como finalidad mantener los niveles normales de glucosa en la sangre y minimizar los riesgos de desarrollar complicaciones. La Dra. Gómez, enfatizó que “las personas con diabetes tipo 1 se administran en promedio cerca de 120 inyecciones de insulina al mes, dependiendo de cada caso. Por esta razón se hace necesario un tratamiento integral y recomienda que los pacientes que sufren esta patología prueben la bomba de insulina, además de ofrecer múltiples beneficios a los pacientes diagnosticados con diabetes tipo 1, y de acuerdo con la indicación del médico y si el paciente es apto para utilizar la bomba, el plan obligatorio de salud cubre la terapia”.
Las personas con diabetes necesitan administrarse insulina para bajar los niveles de glucosa en la sangre, poniéndose múltiples inyecciones al día o bien, usando una Bomba de insulina. La Dra. Gómez afirma que: “Constantemente la tecnología médica mejora la vida de las personas, y un tratamiento con una Bomba de insulina permite despedirse de las inyecciones diarias y optar por una mayor comodidad. Incluso, en muchos casos se ha visto que se reducen significativamente los episodios de hipoglucemia (disminución de la cantidad normal de glucosa en la sangre)". Por otro lado el Dr. Juan Pablo llano afirma que “la bomba de insulina ofrece un mejor control probado que previene y demora la aparición de complicaciones en la enfermedad, además minimiza el riesgo de sufrir hipoglicemias, reduce las oscilaciones de glucosa diarias de niveles altos y bajos, reduce costos de la enfermedad (menos hospitalizaciones, menos consultas a servicios de urgencias, menos complicaciones)”
Para manejar esta condición, también es importante promover un estilo de vida saludable en cuanto a lo físico y lo emocional, pues los buenos hábitos aportan a llevar una mejor calidad de vida normal y activa.