En una explicación a a lo Mireille Fanon Mendès-France, la hija de Frantz Fanon, respondo el artículo “Partidarios de ‘usurpadores’ de curules afro ganan audiencia pública adversa”, de la Fundación Color de Colombia.
Inicio diciendo que en la audiencia pública a buena hora citada por la representante Angélica Lozano el día 22 de septiembre denominado las “curules Afros se Respetan”, no hubo ganadores ni perdedores y tampoco hubo adversidad, excepto la de saber que tenemos dos impostores como ‘representantes ‘de los afro. Lo que ocurre es que los afrocolombianos somos diferentes y que como los verdugos de los afros hicieron bien dividiendo para reinar, nuestro proceso organizativo aun requiere fortalecimiento, pero obviamente aquello no se logra sin dinero y sin apoyo real del Estado.
Primero, yo le quitaría el signo (‘) al titulo del articulo de la Fundación Color de Colombia a la palabra usurpadores porque en efecto estamos frente a unos usurpadores con mayúscula. Lo son, aunque tengan defensores afro. Bien claro lo dijo en la Audiencia el líder Juan de Dios Mosquera “también hay gente (en todas las etnias) que traicionan hasta a sus propias madres”. Y si no se trata traición, estamos entonces ante interpretaciones sesgadas y hasta convenientes, pero no nos llamemos a confusión Colombia. Usurpadores son unos individuos que ahora dicen ser ‘representantes’ de los afros y que ‘ganaron en franca lid’ aunque todo indica que además se trata de acciones delictivas que el orden judicial esta en obligación de investigar. Los usurpadores podrán bautizarse de manera oportunista o auto reconocerse como afros pero no han defendido una sola causa afro, no poseen nuestra cultura y tampoco comparten nuestra historia… incluida la de racismo, exclusión, marginación, pobreza y violencia como victimas mayoritarios del conflicto armado.
Bien lo dijo una lideresa en la audiencia: Acaso la mujer mestiza, por ejemplo la señora Bustamante, por el color de su piel, ha sufrido la doble o triple discriminación que sufrimos en este país las mujeres negras?.Acaso los usurpadores mestizos de piel clara son discriminados cuando buscan un trabajo o ingreso a una universidad con el rigor con que lo soportan los de piel oscura ? Y no lo digo yo, las estadísticas y los estudiosos afros y no afros del tema como el profesor Rodrigo Garavito, quien también estuvo en la audiencia, no mienten dicen que hay discriminación rampante en este país desde lo más simple hasta lo más complejo como lo es la política.
No me voy con amagues, si, se trata del color de la piel de los usurpadores también de los otros requisitos a los que me referí y de los que hablaron los intervinientes en la audiencia con mucho conocimiento, que no poseen los dos ‘representantes ‘que buscan posesionarse a como de lugar. En ese orden de ideas, el artículo de recapitulación simple que trae la Fundación Color de Colombia, no tiene espacio para referirse a lo fundamental y hace mal en insinuar que los afros se están pegando un ‘tiro’ con este asunto de las curules. Las curules son como un florero de Llorente que espero no de para mayores, se trata de la lucha afro y del futuro de la misma y el respeto que por parte de un país merece un pueblo, al que esta obligado a garantizar sus derechos humanos y políticos.
El articulo La Fundación Color de Colombia dice : “No se trata del color de la piel” (Piedad). “Hay afros de piel blanca” (Juan de Dios). Más adelante, Ray Charrupí diría lo mismo (“un blanco nos puede representar”)." LO QUE ELLOS DICEN ES QUE NO ES EL UNICO REQUISITO PUES HAY OTROS Y POR SUPUESTO LOS USURPADORES CUMPLEN NINGUNO. Conozco a Juan de Dios Mosquera hace más de 20 años cuando en Bogotá no había tantos líderes y “organizaciones” afros de esas que se inscriben en el Ministerio del Interior para luego dar avales como si en verdad fueran organizaciones, y creo que Juan de Dios Mosquera es consecuente con su pensamiento. Hay que entender el por qué de la conceptualización de Juan de Dios y los demás sobre lo del color de la piel para no entrar en confusión y simplismos. El término raza por demás, debe ser socialmente construido y en este asunto de las curules se trata de la piel, también. Trataré de dar un ejemplo para que se entienda el porque Juan de Dios, Piedad Cordoba o Ray Charrupi se expresan como lo hacen.
En abril de este año en Ginebra me sorprendí cuando mis cuatro compañeros becarios del programa del Alto Comisionado para los Derechos Humanos me dijeron que observara a la mujer negra iba a ser postulada y votada como la nueva directora del grupo de expertos de los afros en esa dependencia de la ONU. Yo vi una mujer de piel muy blanca, pero a quien llamaban negra. Aun no me había enterado que se trataba nada menos y nada mas que de Mireille Fanon Mendès-France,hija de nuestro gran Frantz Fanon. Fanon Mendes-France es obviamente hija no solo de un negro sino de una mujer blanca, rubia y francesa. Entonces tuve tiempo de meditar sobre que la etnicidad (no la raza) no tiene necesariamente que ver con el color de la piel. Mireille Fanon Mendès-France se auto reconoce como negra, lucha y conceptualiza sobre los afros de su país y del mundo aunque bien hubiera podido optar por auto reconocerse como una blanca-mestiza francesa y por consiguiente gozar de los privilegios que el color de la piel impone en un mundo rígido que se benefició económicamente de la esclavitud y que de herencia nos ha dejado el racismo y la discriminación por el color de la piel.
Así las cosas, lo único que los oportunistas hicieron fue aprovecharse de unas curules que le pertenecen a los afros como pueblo, debido al poco interés del Estado sobre el tema, para ello basta simplemente con ver la jurisprudencia de la Corte Constitucional a la que el Estado ha cerrado los ojos, muy a pesar de que el Ministerio del Interior pretenda lavarse las manos. El Estado Colombiano ha sido indiferente y por eso estamos en este lío de las curules. Así que es necesario que los afros comprometidos y COLOMBIA toda de la pelea por la justicia y los derechos con argumentos puestos en razón y jurídicamente se resuelva un lío que debió estar claro en el imaginario y en la realidad colombiana hace mucho rato. No proceder en consecuencia, y aun estamos a tiempo, significara que el Estado es cómplice de la violación de los derechos políticos de un pueblo.
Los impostores no se deben ni pueden posesionarse porque si lo hacen pierde el pueblo afro y Colombia y la que debe ser su bandera de lucha por la inclusión, razón por la que los Afros no nos pegamos un ‘tiro’ sino Colombia.
¿Permitirá Colombia seguir haciendo el ridículo internacional por el tema de las curules, justo en víspera de una década internacional afro descendiente?. Habrá algún magistrado que vea con claridad y que impida que un individuo cuestionado se quede con dos partidos políticos robándose la curules que en realidad son una forma de acción afirmativa para un pueblo que sufrió históricamente vejámenes? ¿ Qué sentido tienen las acciones afirmativas hoy en día? Será que en Colombia unos trabajamos y vivos sacan provecho de la lucha de un pueblo? ¿La reforma política incluirá a los afros y los aspectos que están dificultando su verdadera participación en política y tendremos algún dia representantes de nuestro pueblo en las altas dignidades del Estado y en las Cortes y demás espacios de decisión?
¿Tendrá justo y feliz final esta historia?…continuará
