“Ser alcalde para mí fue fundamental ya que, en mi concepto, es el mejor cargo que he tenido en mi desempeño profesional”, dice Omar Moreno Jaramillo, funcionario y docente universitario con varios títulos académicos entre los cuales están Administrador de Empresas, Administrador Financiero y Contador Público con especializaciones y diplomados que le permitieron fortalecer su formación académica.
Con sinsabores y reconocimientos, prefiere pensar que al hacer un balance de su vida laboral son más las cosas buenas que las negativas, pues, “pude trabajar para satisfacer necesidades básicas de la comunidad y brindar una mejor calidad de vida a muchos de mis conciudadanos”. Radicado en Pasto, actualmente trabaja en el Instituto Departamental de Salud de Nariño.
Consultado, en relación con la polémica nacional que se ha generado por la reforma tributaria propuesta por el nuevo gobierno (algo inédito al inicio de un nuevo periodo de gobierno y que obviamente genera preocupación), Moreno Jaramillo dice que “es importante que el congreso y los parlamentarios tomen la mejor decisión para el bien del país, gravar a funcionarios y empleados, a los pensionados, va a afectar a las familias y, en igual sentido, los bienes de consumo (si se gravan) se afectará a las clases más vulnerables”.
Esta que es una polémica abierta, y en la cual todos debemos fijar nuestra posición es, sin duda, la peor carta de presentación con la que pudo arrancar el gobierno Petro, sumado a los permanentes desafueros de sus ministros: “Que ladrones devuelvan celular o si el agresor tiene que pagar un celular nuevo y, además, lo indemniza, digamos, con seis meses de pago de la factura” (Ministro de Justicia), “Movilización popular para decirle al Congreso que necesitamos plata para salir de ésta.
El que entendió, entendió” (Ministro del Interior), o la de las últimas horas que ya es el colmo y que como están las cosas sólo es el preludio de una nueva vergüenza: “Necesitamos exigirle también, en el marco de esta geopolítica global, a los otros países, que comiencen a decrecer en sus modelos económicos”. (Ministra de Minas y Energía). ¿Será que los colombianos estamos en capacidad de “exigirle” a los Estados Unidos, Japón, Alemania o China, que frenen su desarrollo económico?
Es lo que tenemos, por ahora. Un país que comienza a navegar en las aguas de la incertidumbre y sin una visión clara de unidad donde sólo nos queda cruzar los dedos para que la incompetencia, el populismo, las ideologías caducas y fanáticas y el hambre de poder, no terminen hundiéndonos en estados mayores de desesperanza a los que ya traíamos. Amanecerá y veremos.