Tuve este diálogo con una amistad cercana a propósito de Matarife:
—Te cuento que lo acabo de ver. El primer capítulo no sé de qué va: si lo que quieren es decir que la bomba del Nogal la puso la misma derecha para darle un apoyo más contundente a los paramilitares con Uribe en el poder (teoría floja y consparanóica), o si acaso la bomba quiere representar la diáspora de sucesos con la que podría tal vez empezar un buen documental...
—Daniel Mendoza, que es el guionista (no el director), no me gusta como columnista, aunque no tengo veleidades por el uribismo, al igual que él. El motivo es que escribe columnas muy largas, poco contundentes, muy vagas; no sabe escribir y es el eco generalmente de lo que ya ha dicho Gonzalo Guillén, pero con mil adjetivos más para hablar de lo mismo. Los adjetivos en exceso le quitan seriedad al trabajo periodístico.
—Sí, y Jack Nielsen, el director que se han buscado, dirigió Call me Joe (2008), un drama medio cómico, pero en todo caso foráneo. No entiendo por qué no tuvieron en cuenta, por ejemplo, hacer el proyecto con un director colombiano, conocedor de nuestra realidad...
—Y lo produce Emma Thompson, otra mujer que nada tiene que ver con nuestro medio. En los 6 minutos que duró lo que más parece una introducción de una película con Liam Neesonm que un documental, le veo más tintes de un producto afín a Zeitgeist y a ese tipo de cine conspirativo que de un documental serio.
—Pero bueno, es un primer capítulo. Habrá que ver de qué va.
—Sí. Mi preocupación (con mayúscula) es que si Mendoza con este documental no disipa toda duda sobre quién es Álvaro Uribe, sin tanta adjetivación y con pruebas fehacientes, Matarife solo podría generar el efecto contrario a lo esperado: tanta publicidad y tanta preproducción para salir con un chorro de babas puede resultar en que el país crea que todos los argumentos enarbolados por la oposición contra el gobierno son retórica, son metonimia... Pura adjetivación y argumentación barata, porque "Álvaro Uribe es el mejor presidente de Colombia, duélale a quien le duela".
—De acuerdo. Si Matarife no da la talla, las consecuencias políticas podrían ser desastrosas. Para serte franco, preferiría que esto fuera una iniciativa de Gustavo Bolívar que tiene mejores argumentos y conoce de cine, y no de Daniel Mendoza, y lo digo con todo respeto. No entiendo por qué en la oposición nunca se ponen de acuerdo, ni siquiera para hablar mal del gobierno.