La nueva ministra de Trabajo, la compañera Gloria Inés Ramírez, anunció que volvería la jornada nocturna desde las 6 p. m.
La respuesta del Dr. Jaime Alberto Cabal presidente del Consejo Gremial Nacional (Andi, Asobancaria, Sac, Fenalco y 26 más), no se dejó esperar y ripostó que “Lo que puede pasar es, que por arreglar o mejorar las condiciones de los que hoy tienen empleo, vamos a causar que menos gente tenga empleo, porque va a ser muy costoso generarlo"
El anuncio de la ministra proviene de señalar que se ocuparía en los primeros 100 días del gobierno del cambio, que presiden Gustavo Petro y Francia Márquez, de llevar a cabo una de la propuestas de campaña, de derogar la reforma laboral de Uribe, la ley 789 de 2002.
Dicha norma es la que consagra que la jornada diurna va hasta las 9 de la noche, que el pago de los recargos de dominicales y festivos se redujeron en un 25 %, la tabla indemnizatoria por despido sin justa causa se redujo a la mitad y se eliminó el carácter laboral del contrato de aprendizaje.
Esta ley le redujo los ingresos a los trabajadores y trabajadoras de los sectores de vigilancia, comercio, industria, hotelería y turismo, hasta en un 36 %, tal como lo demostró un estudio de la Universidad Nacional, dirigido por el profesor Beethoven Herrera. Dicho estudio también corroboró que dicha ley no había tenido un efecto significativo en disminuir la tasa de desempleo, que fue el criterio con el cual se formuló dicha ley, o mejor el cuento con que Uribe embaucó al país.
Para esa misma época, un estudio del hoy ministro de Educación, el Dr. Alejandro Gaviria, arrojó el mismo resultado, señalando que solo había tenido algún efecto, por lo demás menor, en la tasa de desempleo, únicamente porque se dio una mayor contratación de aprendices.
Con esta misma falsa tesis, de que rebajando salarios e ingresos en los trabajadores, se genera empleo, se ha construido todo la política laboral en la época neoliberal. Con dicha tesis aprobaron también la ley 50 del 90, la ley 100 de 1993, el acto legislativo 01 del 2005 y bajo dicha premisa también se han negado a incrementos del salario mínimo.
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Con esta falsa tesis, que rebajando salarios e ingresos en los trabajadores se genera empleo, se ha construido todo la política laboral en la época neoliberal
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Y la tesis es falsa, pues uno de los premios nobel de Economía del año 2021 David Card, junto con Alan Krueger, demostraron desde 1994, que el aumento del salario mínimo en New Jersey, no se había traducido en una pérdida de puestos de trabajo, es más había más empleo, en contravía de toda las afirmaciones farragosas de la literatura neoliberal en boga.
De esta prerrogativa y privilegio, de reducción en la paga a los trabajadores, la vienen disfrutando los empresarios desde ya hace 20 largos años. Ganancias que han acumulado y que han gozado sobre la base del hambre y la pobreza de la población, con los correspondientes incrementos en la desigualdad social. Por ello, entre muchas otras variables, Colombia es uno de los tres o cuatro países más desiguales del planeta.
¿Cuántas ganancias se han embolsillado? Las cuentas nacionales arrojan que entre 1990 año en que empezó esta cantaleta neoliberal y el 2019, los trabajadores han perdido hasta el 7 % del PIB de su participación en los ingresos de los trabajadores, participación que se ha ganado el capital.
Por toda esta desigualdad, desempleo, hambre y pobreza es que en el país henos visto paros y movilizaciones sociales, tales como el paro agrario del 2013, el paro camionero del 2016, el paro nacional del 2019 y el gran estallido social del 2021.
Y todo ello redundó en que la agenda del país cambiara y así se explica la llegada al gobierno del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez.
Por tanto, Dr, Jaime Alberto Cabal, el cambio llegó al país y por tal como lo señala la ministra de Trabajo, hay que recuperar los derechos y garantías para los trabajadores.
El país debe democratizar sus relaciones laborales y por tal no propiciar tanta precariedad laboral, que al final se convierte, en una traba incluso al desarrollo nacional, pues en la medida que se siga reduciendo los ingresos de los trabajadores, se limitará el consumo de bienes y servicios y por consiguiente su demanda, restringiéndose la actividad comercial y productiva. Esta sí, tesis corroborada por las ciencias económicas.
Posdata: la CUT acordó respaldar el programa y las transformaciones democráticas del gobierno de Petro, entre otras, la de volver a la jornada nocturna desde la 6 p. m.