Supuestamente el Coronavirus no supone un problema serio de salud para jóvenes pues a éstos se les manifiesta como una gripe o ni siquiera presenta jóvenes. Sin embargo, el caso de Julie A, una adolescente parisina de 16 años que murió por cuenta del virus, tiene conmocionada a la prensa francesa.
El estremecedor relato de Sabine, su madre, ha prendido alarmas. Según cuenta la mujer todo ocurrió en una semana. En principio la joven solo presentó una tos moderada. Sabine intentó curarla con remedios caseros a base de plantas, jarabe e inhalaciones. Luego, empezó a sentir que le faltaba aire. En ese momento fue cuando decidió visitar a un médico.
El profesional de la salud observó que tenía importantes problemas para respirar. Tras una llamada llegó el cuerpo de bomberos de París. La adolescente fue trasladada al hospital de Longjumeau, el más cercano. La escena impresionó a Sabine, pues el personal que atendió a su hija lucía guantes, trajes de protección y mascarillas como si se tratara de una película de ciencia ficción.
Por la noche de ese mismo día en que fue trasladada al hospital de Longjumeau se le realizaron dos pruebas de Coronavirus. Por tener apenas 16 años la revisaba un pediatra. A los pocos días, cuando fue internada en cuidados intensivos, le dieron una habitación de paredes azules y ositos. En ese momento la joven estaba consciente y su madre recuerda que le dijo que le dolía el corazón. Ahí hubo una buena noticia: los primeros resultados dieron negativos ante el virus.
Sabine pensó que su hija estaba fuera de peligro y se fue a casa. No obstante, una llamada lo cambió todo. Un médico le dijo que finalmente había dado positivo ante el Coronavirus. La mujer no daba crédito a lo que escuchaba. No entendía cómo los primeros resultados dieron negativo y ahora le decían que su hija se había contagiado de la pandemia. Hubo que intubarla porque su estado de salud se ponía cada vez peor.
Cerca de la medianoche hubo otra llamada aún más alarmante: Julie estaba muriéndose. La familia llegó lo antes que pudo al hospital. Pero ya era muy tarde. No había nada que hacer. El desenlace fatal ya había ocurrido. Sabine solo alcanzó a tocarle la mano. Los médicos siguieron el estricto protocolo que se está manejando en muertes por Coronavirus. No hubo entierro y al funeral solo asistieron 10 personas que tuvieron que ser previamente seleccionadas. Ni siquiera pudieron conservar sus pertenencias porque hubo que quemar todo. Solo quedó la cadena del bautizo y una pulsera.
Maron, la hermana mayor de Julie dice que en principio la familia creyó que no tendrían nada de qué preocuparse porque el virus a quienes golpea con más fuerza es a los adultos mayores. Sin embargo, la historia de Julie fue un caso extremadamente raro en jóvenes. El Coronavirus tiene a Francia en cuarentena. Hasta el momento se registran 1696 muertos en el país galo.
