Con el siguiente artículo, espero reivindicarme frente a los refutados argumentos y a las falacias tan bajas que la historia y el tiempo ha registrado y de las cuales tuve la oportunidad de realizar en una minúscula recopilación (minúscula, comparada con la realidad claro está), consignadas en el artículo “24 Razones para no votar por Álvaro Uribe Vélez al senado”. [Ver en: http://www.las2orillas.co/24-razones-para-no-votar-por-alvaro-uribe-velez-al-senado/]
Aunque tengo que confesar que, también, como en su momento dijo un twittero, fue un artículo mediocre. Y está en todo lo cierto. Porque no debieron ser 24 razones, pudieron ser más. Por eso, de ante mano me disculpo y me retracto en ese sentido.
Antes bien, quiero plantear la necesidad que tiene una figura tan influyente como lo es el ex presidente Uribe en el escenario político y social de nuestro país; en el mismo sentido y a manera de reflexión, es importante tener en cuenta que Colombia debe gravitar por necesidad en el pluralismo. Éste (el pluralismo), hay que respetarlo. Otra cuestión muy contraria, es que se tengan posturas diferentes y no compartidas; aún así, también hay que respetarlas, porque tenemos que aceptarnos como iguales aún siendo diferentes.
Con anterioridad a los dos periodos de Álvaro Uribe en la Presidencia, Colombia atravesaba una serie de circunstancias socio-culturales muy negativas y en buena parte en retroceso -aunque en la actualidad esa situación no haya cambiado mucho-. El esquema político estaba marcado por una idiosincrasia dividida en dos espectros como únicas posibilidades ideológicas. Fue un periodo desgastante. El punto de quiebre de una época retrógrada a una un poco más avanzada -si es que cabe la apreciación-.
Con la entrada de Uribe en este escenario, todo el mapa social se puso a prueba. Había sido el renacimiento de nuevos matices políticos: una izquierda más acentuada y una derecha más extrema. Un ambiente donde la polaridad creció. Donde el despertar de las nuevas juventudes se hizo cada vez más evidente -en las cuales me incluyo-.
El punto al que quiero hacer referencia es que el ex presidente Álvaro Uribe, como jugador en el mapa social, es un mal necesario, o como lo quieran llamar. Cambió radicalmente con una sociedad tradicional, moldeando algunas formas de pensamiento ya perdidas, arrinconando las ideas de un debate neutro a un debate agitado y dinámico. Estimulando la actividad de todos los esquemas del colectivo social. Gracias a eso, las personas pudieron percatarse de las falencias culturales, para así apropiárselas y evolucionar a unos fines de cambio drástico y progresista.
¡Ah! Verdad, casi lo olvido. Las razones.
Según dicen, y aunque la historia -su mayor tormento- trata de vacilar en ese sentido, el mejor presidente -no sé en qué, pero el mejor presidente- y el que ha gobernado por más de un periodo después de la Constitución Política de 1991 en la República de Colombia se llama Álvaro Uribe Vélez.
Fundamentos para votar por el ex mandatario al Senado ¡Claro que existen! Los hay de todos los tipos en sus diferentes formas y tamaños, con sus respectivos títeres y zalameros, incongruentes como oscuros, razonables como cuestionables, ¿positivos? -mmmm esa palabra… me suena- y sobre todo negativos, con sus defectos y virtudes. La verdad no encuentro más apelativos para describir a tan “loable” obra política. Aunque para mí no, para otros la mejor de todas, dicen por ahí.
En contraste, estas son las razones, en las que creo con certeza, todos estamos de acuerdo:
1. Mejores vías. Durante todo el Gobierno del ex presidente Uribe se destinaron grandes cantidades del presupuesto Nacional para poner en marcha un plan que hiciera mejoras a las vías del país. Se realizaron grandes y notables avances, eso sí, en los bolsillos de los contratistas, y un poquito en infraestructura vial.
2. Seguridad ¡Pero en nada democrática! Con avances en una seguridad de caché, las personas de bien, ahora sí pueden desplazarse, no a “una” finca, sino a “un número considerable” de haciendas, sin correr el más mínimo riesgo. Aunque para los colombianos de a pie que tanto lo respaldaron, un salario mínimo no les haya dado para comprar un vehículo y así poder disfrutar la “majestuosidad” de esas carreteras sin terminar. Por ejemplo: la “ruta del sol”.
3. Robustecer la Fuerza Pública. Sin duda alguna, entre los años 2002 y 2010 (menos mal que no, por poco hasta el 2018), gracias al ex mandatario, se destinó gran parte del presupuesto para la Fuerza Pública. En la que se consolidaron las armas y la seguridad en poder del Estado. Y gracias a esto, se ha garantizado, con efectividad, el Derecho a la reunión y manifestación pública desde el sofá de la casa.
4. Gracias a sus políticas, se consolidó el verdadero concepto de “acabar” con la pobreza y el empleo ¡Digo! el desempleo. Pero valga decir, no corrió con mucha suerte.
5. Otros grandes avances. Los progresos en Derechos Humanos, en salud, en educación… ¡Ah! Claro, eso no es importante.
6. Otro argumento para votar por Uribe al senado podría ser… ¿Qué otro argumento? No creo que existan más. Bueno, se los dejo a ustedes…
En twitter: @Alonrop