"Andrés ¿Vos quién pensas que gana el domingo en las elecciones de tu país? Y te pregunto porque no se puede creer en los medios ¿Viste?" Esas fueron las palabras que salían de la boca de una docente durante una de mis clases ayer en Buenos Aires. Mi respuesta inmediata fue "Vamos a tomar un café Dra. Así podemos estar más cómodos y, seguramente, pueda explicarle con más calma mi posición". A lo que ella respondió "Tengo 15 minutos para vos Olarte". 240 segundos más tarde estábamos sentados en un café sobre la calle Coronel Díaz.
Ella, anteriormente, había hecho evidente su inclinación a apoyar las políticas del ex presidente Uribe, por lo que la charla iba a empezar con cierta predisposición. De igual forma, decidí darle a conocer mis puntos de vista, acerca de los posibles resultados del próximo fin de semana. Teniendo como enemigo al tiempo, me pareció importante dividir mi monólogo en cinco partes. La primera de ellas era mi percepción, con la que seguramente mucho estén de acuerdo, sobre el mandato del actual presidente colombiano Juan Manuel Santos Calderón. La segunda, fue un breve resumen acerca de la hoja de vida del candidato Oscar Iván Zuluaga y su relación directa con Uribe Velez. La tercera, el manejo de los medios en nuestro país. Como cuarto punto desarrollé la abstención en Colombia y, el quinto punto, mis conclusiones sobre el tema.
1. Para nadie es un secreto que el mandato del actual presidente de Colombia, no puede ser calificado con más de 3 puntos, evaluando de 0 a 10. Durante los 4 años de Santos, el país pasó por días "complejos" en lo referente a temas de rutilancia nacional. La salud y la educación en vez de tener una mejoría para el pueblo, notoriamente, han ido para atrás. Los diálogos de paz, ampliamente criticados por la opinión pública, son el as bajo la manga del candidato de la Unidad Nacional. Muchos escándalos tuvo que vivir durantes esos 48 meses. La reforma a la justicia presentada en 2012, el paro agrario del segundo semestre del 2013, el tema San Andrés y muchos otros, marcaron el hospedaje de Juan Manuel en la Casa de Nariño. La inseguridad, la falta de empleo y la corrupción se han disparado estos 4 años y parece que Colombia, segundo a segundo, esta más vendida a multinacionales extranjeras. Evidentemente, sus planes de expansión se han dado, pero debemos evaluar la forma en la que se firman los acuerdos ¿Qué tan positivos son los mismos para el país? Ese tema, parece estar muy claro en cuanto a los TLC firmados por Colombia. "En cierta medida, hay varias cosas ciertas ahí, Andrés". Dijo ella.
2. Aún recuerdo la tarde en que un amigo de Manizales me presentó a Oscar Iván Zuluaga, sentado en una barrera de la Plaza de Toros de la misma ciudad. Ese día, los periodistas taurinos ya decían "Usted Dr. Zuluaga, seguramente, va a ser el próximo presidente del país". En realidad esas palabras generaban en mí, cierta duda, pues no lo veía como una opción clara en esa época (Enero 2013). El ex Ministro de Hacienda de la segunda administración de Uribe, tiene realmente una hoja de vida brillante. El problema y respaldo, del caldense, es uno sólo: Su titiritero. "Muy pocos evalúamos a Zuluaga como candidato y autónoma. La mayoría del pueblo evalúa, simplemente, las acciones de su respaldo político o el personaje que usted apoyaría" fue una de las frases que más repetí a la Dra. Florencia. Más allá del tema de ser un títere, y del hacker, me parece una buena opción para habitar el palacio presidencial, lo que me aterra es la mano del creador de las autodefensas detrás de él.
3. Quienes me conocen, o simplemente siguen mis textos, deben saber que soy uno de los más fuertes críticos de las encuestas en el escenario electoral. "Dra. No me parece justo que candidatos como Peñalosa, Clara Rojas, Marta Lucía Ramírez e, inclusive, el voto en blanco, día a día, salgan del escenario de la opinión pública nacional, por culpa de los medios prostituidos y manipuladores de encuestas" dije, enérgicamente, a mi docente. Los colombianos, víctimas de esos monstruos de papel, televisión, radio e Internet, hemos dado pie a que jueguen con una política del chisme. Debates y planes de gobierno, son palabras que han brillado por su ausencia en esta carrera electoral. Aunque no todo el peso de los actos debe, obligatoriamente, recaer enos medios. Los ciudadanos colombianos debemos crear espacios para el debate, teniendo una elección presidencial tan cerca. Las universidades, por ejemplo, como lugar de formación académica deberían haber convocado a los candidatos a exponer sus argumentos de cara a un posible mandato de 4 años, en lugar de estar cayendo en esa política del chisme que, seguramente, le hará mucho daño al país.
4. "Recuerde usted Dra. Que en mi país, a diferencia de acá por ejemplo, el voto no es obligatorio" le dije mientras ella tomaba un poco se capuchino. Los indicadores de abstención electoral en Colombia son, realmente, alarmantes. "Dudo mucho que el domingo más del 60% de los ciudadanos habilitados para votar lo hagan" dije con seguridad. Llevamos años dejando que nuestro destino lo decidan algunos. El pasado 9 de marzo, durante las elecciones legislativas, no se logró ni un 44% de participación en las urnas. "El voto como obligación, no es la solución Olarte" interrumpió ella. "Realmente, creo lo mismo Dra. Pero viendo la apatía a la participación política en Colombia, no me resulta tan descabellado por estos días. Aunque ese tema, lo tratamos otro día". Fue mi respuesta.
5. "En estos 2 minutos, le quiero decir que estoy triste Dra. Si gana el inútil o el títere, seguramente, quién va a perder es el pueblo". Esas fueron las palabras que usé para empezar a concluir mi discurso. Un discurso que quise compartir, con ustedes, porque es preocupante lo que esta pasando en el país. Llevaba esperando esta elección hace años. Pensé, equivocadamente, que por estos días mi país iba a estar más despierto. Por lo que veo hasta hoy, muchos ya se han lavado la cara. Otros, continúan tendidos en el lecho de la indiferencia, tapados con la manta de la falta de criterio y profundos en el sueño del desaliento. Seguramente, serán otros 4, 8, 32 o 100 años se manipulación. El día que asumamos un rol más crítico acerca de la realidad del país, probablemente, vamos a generar el cambio que soñamos.
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