Según el diario El Espectador. *El gobierno prometió una inversión de US$400 millones para el Plan Todos Somos Pazcífico. Sin embargo, estos recursos poco se han visto reflejados porque aún reina la corrupción, la violencia y la falta de presencia estatal.
El 22 de mayo de 2016 el medio periodístico SoyDe.com informaba sobre el nombramiento del economista nariñense Luis Alfonso Escobar como gerente del Plan Todos Somos Pazcífico: "El economista tumaqueño Luis Alfonso Escobar Jaramillo reemplaza al chocoano Luis Gilberto Murillo Urrutia, en la gerencia del programa presidencial Todos Somos Pazcífico.
El anuncio lo hizo el presidente Santos durante la presentación del balance de dicha iniciativa, que ya cuenta con los recursos del crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a invertirse en los próximos cinco años".
La esperanza de los pueblos del Pacifico colombiano se dejó sentir en la complacencia por la designación de este economista surgido del pueblo y oriundo de Tumaco, una de las regiones más pobres y olvidadas.
Una ilusión que duró poco, pues a escasos meses de su designación por parte del presidente Juan Manuel Santos ya se escuchaban voces de protesta por la pésima administración de los recursos y la presunta perdida de millonarios recursos que se adquirieron gracias a un préstamo con la banca mundial y que ascienden a cuatrocientos millones de dólares.
En el video que acompaña la nota se puede ver, oír, y palpar la indignación de los habitantes de la Costa Pacifico por el incumplimiento en los diferentes planes y proyectos tendientes a llevar acueductos, saneamiento básico, alcantarillado y energía eléctrica a las diferentes regiones del Pacifico colombiano. Se preguntan indignados ¿Será que esa platica se perdió?
En este video, publicado en mayo 25 de 2017 por El Espectador, se cuestiona el destino de más de cuatrocientos millones de dólares del Plan Todos Somos Pazcifico y se preguntan el porqué de las manifestaciones en regiones Como Tumaco, Chocó O buenaventura. Manifiestan que “Lo cierro es que esa plata aun no se ha visto en ninguno de los pueblos del Pacifico” y que los reclamos por los que se creó el plan siguen siendo los mismos: “aseo, salud, alcantarillado, vías y servicios básicos.
Lo mínimo para vivir…”. De acuerdo a estos testimonios e informes el gobierno de entonces y la gerencia del Plan en manos del economista Luis Alfonso Escobar anunciaba que “se ha avanzado en un 25% en las peticiones que hicieron en Chocó, pero esto es lo que dicen y se ve en Chocó (5%)”. Se denuncian actos de corrupción, despilfarros, negligencia y derroche de recursos del Plan Todos Somos Pazcífico.
Se deja en claro que a estas regiones no han llegado los recursos y no se cuenta con hospitales, carreteras, acueductos y “los pocos colegios que quedan están destruidos”. En informe periodístico de fecha mayo de 2022 se puede leer y sentir el gran abandono de esta importante región dejando al descubierto el fracaso del Plan Todos Somos Pazcífico: "El tercero es el litoral Pacífico, totalmente abandonado, sin servicios básicos de agua potable, energía eléctrica ni alcantarillado. Buenaventura, Tumaco, Quibdó, Timbiquí, por nombrar algunos, viven una situación que vulnera los derechos más fundamentales y étnicos territoriales de estas comunidades".
Bien vale la pena preguntarse por la gestión realizada por el gerente del Plan Todos Somos Pazcífico en la época en que se denuncian los hechos y la población se levantaba enardecida contra actos que catalogan como un verdadero festín del presupuesto nacional y que en nada o muy poco benefician a los habitantes de la región del Pacifico Colombiano.
Son más de cuatrocientos millones de dólares que aun pagamos los colombianos por unos recursos que no llegaron a su destino ni cambiaron la historia de olvido y abandono de la región Pacifico de Colombia. Tras estas protestas, ¿presentó denuncia alguna ante entidad correspondiente, aclaró a la opinión publica el destino de los billonarios recursos o lideró alguna queja formal y pública por la indignación creciente de la población afectada? La respuesta es NO.
En mayo 10 de 2017 el portal La Silla Vacía publica un articulo periodístico titulado “Buenaventura se va a paro a pesar de las promesas”, en esta crónica se deja en claro que “Los bonaverenses buscan que se declare la emergencia económica y hacer veedurías para combatir la corrupción en el puerto”. Y en uno de sus apartes toma vigencia el papel del Plan Todos Somos Pazcífico: “el Gobierno se comprometió a invertir más de 150 mil millones de pesos en obras e impulsó la creación del Plan Pazcífico, hoy los bonaverenses sienten que todo ese esfuerzo quedó opacado por la corrupción”.
Los reclamos son airados y las expresiones reflejan la indignación de un pueblo sumido en la pobreza y la corrupción: “Los compromisos son importantes pero la corrupción se ve reflejada en todas partes. En los contratistas, por ejemplo, que se quedan con la plata”, le dijo el Padre John Reina, director de la Pastoral Social de Buenaventura y uno de los líderes del paro a La Silla.
La decisión de volver a salir a las calles, paralizar los colegios, los negocios, el transporte, y los servicios en entidades públicas se dio luego de que se juntaron varios hechos. Primero, la crisis del agua. Hoy, Buenaventura depende del caudal del río Escalerete que no sirve para prestar más de 8 horas de servicio de agua potable diarias y continuas. La situación es tan crítica, que la empresa que presta el servicio, Hidro Pacífico, tiene un pie fuera del puerto a pesar de que a su contrato todavía le quedan cinco años”.
Todo indica que el Plan Todos Somos Pazcífico fue un gran fracaso que no respondió a las expectativas de los habitantes del Pacífico colombiano, por eso “A pesar de las promesas, la gente en Buenaventura “ya no copia”, según un periodista que cubre Buenaventura.
“Eso es lo mismo de siempre. Como todo, antes de que suceda algo intentan calmar los ánimos diciendo que ya van a entregar todo lo que deben, pero ese no es el problema. En Buenaventura los recursos están, el lío es que las obras no terminan porque la plata se va quedando en el camino”, agregó un funcionario público que apoya la protesta y que por eso pidió la reserva de su nombre. Algo similar dijeron otras tres fuentes. Por eso a pesar de las reuniones y comunicados oficiales que siguen circulando, el paro en Buenaventura se mantiene firme”.
Después de cuantiosas inversiones en las regiones de la Costa Pacifico Colombiana y en el año 2022, en un informe publicado por el diario El País de Cali en fecha 10 de agosto el recién posesionado presidente de los colombianos Gustavo Petro Urrego expresa durante su intervención en la Cumbre de Alcaldesas y Alcaldes del Litoral Pacifico, realizado en el Centro de Eventos del Pacifico que “El único pedacito del Litoral Pacifico de todo el mundo pobre es el colombiano”.
Un pedacito que nos corresponde a los nariñenses y que ocupa los primeros lugares de pobreza y miseria, superando índices de África. ¿Qué pasó con los billonarios recursos del Plan Todos Somos Pazcífico? No llegaron debidamente a Tumaco y los pueblos de la Costa Pacifico nariñense que es una de las regiones considerada pobre entre las pobres.
Cómo entender esta desidia después de que uno de sus hijos ocupó la gerencia de un Plan que manejó billonarios recursos pero que a la postre poco o nada le significaron para su gente y su pueblo. La intervención de los alcaldes se resumió así: “En el Pacífico colombiano no existe un sistema de transporte público fluvial. El sistema de transporte aéreo es verdaderamente costoso. Es más difícil para una persona del Pacífico venir al médico en Cali que ir de Cali a Miami”.
No nos queda duda alguna el Plan Todos Somos Pazcifico fue un contundente fracaso que dejó una billonaria deuda para los colombianos. Con los cuantiosos recursos se pudo redimir una de las regiones más importantes de la geografía nacional, invertir en carreteras, acueductos, alcantarillados, escuelas y universidades. Pero, como lo expresan diferentes informes periodísticos la realidad deja entrever la improvisación e incapacidad de quienes lo gerenciaron y que permitieron el derroche y pérdida de tiempo y recursos.
Nos preguntamos los nariñenses en espera de una respuesta justa y valida si el economista Luis Alfonso Escobar cuenta con la experiencia y capacidad para gerenciar a nuestro departamento. Si se nota su incapacidad para el manejo billonario de los recursos del Plan Todos Somos Pazcífico, cómo podemos confiarle el futuro de nuestra región sumida en profundo caos y en una continua crisis económica y social. Le solicitamos nos presente las denuncias presentadas durante su gerencia de este Plan Pazcífico o las voces de alerta emitidas con el fin de detener el derroche de estos billonarios recursos.
La gente protesta cuando se siente afectada y lesionada y eso vemos en la realidad del Pacifico colombiano; solo pobreza, abandono, miseria y desesperanza a pesar de los anuncios permanentes de redención. Si no se llevó paz y progreso a Tumaco y los otros pueblos de nuestro Pacífico con más de cuatrocientos millones de dólares, mucho menos se podrá hacer con el exiguo presupuesto del departamento de Nariño.
Lo hemos dicho y lo reiteramos ante el mutismo del candidato a la gobernación de Nariño ante nuestros permanentes interrogantes, ¿cómo pretende ofrecer un cambio si se encuentra rodeado de políticos tradicionales, de clanes familiares que son testimonio de hambre, pobreza y corrupción?, ¿Cómo ofrece esperanza si en su paso por 2 administraciones departamentales únicamente se recuerda la pérdida de cuantiosos recursos por conceptos de regalías y si esos mismos jefes lo rodean hoy en su empeño de alcanzar la gobernación de Nariño?
Duele decirlo, pero los nariñenses nos encontramos ante una verdadera encrucijada histórica. Los cambios no son de papel, hablan los hechos, la negligencia y la inoperancia. Y en estos momentos los nariñenses no podemos darnos el lujo de improvisar ni mucho menos de callar ante los atropellos de un gobierno que no ha sido justo ni benévolo con la generosidad de su pueblo en las urnas y que se la jugó toda en sus ansias de encontrar paz y redención social. Y encontró únicamente oídos sordos ante su clamor histórico.
Si el Plan Todos Somos Pazcífico es la mejor carta de presentación del candidato Luis Alfonso Escobar, tengo que decir que es su credencial de derrota e improvisación. Elementos y factores que denotan incapacidad, improvisación y falta de empatía con los pueblos de nuestra costa, con todo el departamento de Nariño.
No podemos correr un riesgo tan grande y entregar en sus manos el destino colectivo, la oportunidad de alcanzar un simple grado en el escaño de progreso de los pueblos. Nos desangramos y morimos ante la falta de inversión, el derroche y la corrupción que simboliza la agonía de Nariño. Ante esta encrucijada y la realidad de los hechos formulamos un respetuoso llamado al pueblo de Nariño para que encaucen su ira electoral en opciones menos duras y dramáticas y nos permitan un respiro de paz y concordia social. Es lo único que se puede hacer, el único camino que se puede trazar.
Con los copiosos recursos del Plan Todos Somos Pazcífico no llegó la paz a la región. Creció la delincuencia, aumentó la inseguridad, proliferaron las casa de pique y su gente se sumió en la total desesperanza. Quedó la deuda, escasearon las obras. "El único pedacito del Litoral Pacifico de todo el mundo pobre es el colombiano”, con estas palabras pronunciadas por el presidente de los colombianos queda claro que el Plan Todos Somos Pazcífico fue un soberano fracaso, un contundente golpe al bienestar de los colombianos.
No puedo concluir esta nota periodística sin compartir la opinión de un líder de Tumaco con respecto al comprobado fracaso del Plan Todos Somos Pazcífico en esta región: "Excelente y contundente artículo. De hecho, aquí en Tumaco y en otros municipios de la Costa de Nariño, hay mucho malestar con Luis Alfonso, justamente por todos los actos de corrupción, despilfarros, obras inconclusas e incumplimientos relacionados con su gestión en Todos Somos Pazcifico.
Aquí tenemos un enorme y costosisimo elefante blanco, supuestamente para la optimizacion del acueducto que nunca fue y que además acabó con uno de los lugares más emblemáticos de este pueblo. En fin, un fracaso total. Justo yo iba a adelantar hace unas semanas una investigación al respecto por mi propia cuenta, más el tiempo no ayudó.
Me quedan unas fotografías ineditas que tomé y ahora mismo se que en las próximas semanas esta obra va a ser intervenida. Vendrán funcionarios de Bogotá.
Volviendo al artículo, este es muy valioso y se enmarca en verdades innegables. Ojalá todos los nariñenses lo leamos, reflexionemos y tomemos decisiones menos emocionales y más realistas.
Estimado escritor Obando, mil gracias por la confianza y el hacerme participe de tan brillante escrito".
En fotos testimoniales nos comenta que "Desde aquí se optimizaria el acueducto de Tumaco. Para ello fue destruido en su totalidad el Polideportivo San Judas, un lugar de mucha historia, pues allí se formaron los grandes futbolistas y demás deportistas tumaqueños; era el lugar de encuentro para grandes eventos como carnavales; estaba allí el templete que se construyó para la visita de S.S. Juan Pablo II y el sitio por excelencia de encuentro y recreo de los tumaqueños, en pleno centro del pueblo. Arrasaron con todo. Gastaron miles de millones de pesos del Fondo Todos Somos Pazcifico y ahora es una obra prácticamente abandonada".
Y termina sus palabras con un profundo dolor de nariñense y tumaqueño : "El agua sigue llegando a los hogares tumaqueños un par de horas cada 8 o 15 días".