Sí es Tiempo de Volver

Sí es Tiempo de Volver

Por: Ana Palacio
marzo 01, 2015
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Sí es Tiempo de Volver
Foto: archivo Eafit.edu.co

“Esperando el momento preciso y ahora es cuando es”
Willie Colón, Tiempo pa' matar

Desde que comenzó la polémica con la convocatoria de Colciencias “Es tiempo de volver”, he estado un poco al tanto de sus avances y dificultades. El interés principal es que soy una estudiante de doctorado financiada por Colciencias para obtener mi título en el exterior y desde que llegué a los Estados Unidos la pregunta de cómo regresar una vez que termine mis estudios me ha rondado. De eso van dos años y aún el panorama es incierto y al parecer va empeorando.

Amo mi país y lo que más quiero es hacer investigación en él, resolver problemas, aportar a su conocimiento y desarrollo. Así que no tendrían por qué preocuparme los términos de mi beca (llamada sin eufemismos crédito condonable), que condicionan la condonación de la mitad de lo pagado por mis estudios con el regreso a Colombia, para trabajar en el país por dos años. Yo quiero regresar, eso es lo que más quiero; aportar a la investigación colombiana es lo mínimo que habría que hacer para justificar esos recursos públicos que de alguna manera los colombianos pagaron para financiar mis estudios. Mi preocupación no es abandonar “Disneylandia”, pero me pregunto: una vez de regreso en Colombia ¿podré conseguir trabajo para cumplir con dicha condición? ¿Qué tipo de trabajo? ¿Conseguiré recursos para seguir investigando?

“Es tiempo de volver” le dio un poco de alivio a mi incertidumbre, pues ver algún interés por el regreso de los investigadores colombianos en el extranjero, sutilmente señalaba la intención de repatriar esos conocimientos y experiencias que están ahora sirviendo a otras naciones[1]. Pero pronto comenzaron a pronunciarse los “cerebros fugados” elegidos para regresar al país, sobre múltiples los incumplimientos en los plazos y condiciones pactadas con Colciencias[2,3] y así mismo empecé a recordar las demoras en los trámites cuando concursé por mi “beca-crédito”, otorgada por esta misma institución. Sin embargo, lo que más me ha impactado es la evidencia de que más allá de las buenas intenciones de Colciencias y su programa, del trato respetuoso o no de sus funcionarios, y de su eficiencia o negligencia, es que el Estado Colombiano no considera a la investigación (y por tanto a sus investigadores) entre sus prioridades. Hay problemas muy profundos que no pueden resolverse con un discurso y una convocatoria.

A pesar de que la ciencia y la tecnología son pilares de la competitividad y la sostenibilidad de las naciones, Colombia ha fallado sistemáticamente en sus intentos por avanzar en este tema[4]. El viejo debate sobre el presupuesto destinado para Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), se ha abierto recientemente con la “renuncia” de la exdirectora de Colciencias, Paula Arias, tras revelar un supuesto recorte de presupuesto planeado para esta institución en 2015[5] y el posterior intento del Gobierno Nacional por presentar este recorte como un aumento, poniendo los recursos provenientes de las regalías (sobre los que Colciencias no tiene potestad para decidir cómo se destinarán) y el presupuesto nacional asignado a Colciencias en el mismo paquete.

El tema de las regalías es otro y bien complejo. Se puede decir escuetamente que la estrategia para el avance del desarrollo científico y tecnológico de un país no podrá avanzar con recursos descentralizados, que se invertirán (en el caso de que dichas regalías se manejaran con transparencia) de acuerdo a las prioridades del gobierno regional de turno, sin ninguna visión de cuál es la ciencia y la tecnología que Colombia necesita para hacerle frente a sus graves problemas sociales y ambientales.

Sin embargo, el problema no es sólo de recursos. Las instituciones públicas y privadas relacionadas con CTI parecen estar anquilosadas: Los procesos administrativos son una pesadilla para los investigadores en las universidades públicas y la sola labor de gastar y legalizar los recursos es una tarea que consume un tiempo excesivo. Por otro lado, las empresas privadas no parecen haberse dado cuenta de las ventajas de tener personal científico altamente calificado entre sus empleados, que nutra su productividad y competitividad con nuevos conocimientos. La industria Colombiana todavía compra la mayoría de la tecnología, aún si ésta no se adapta óptimamente a las necesidades del país.

Dentro de ese panorama, aunque resultan impactantes las cifras recientes que señalan que en Colombia tenemos cada año 5 nuevos doctores por cada millón de habitantes, frente a 63 en Brasil y 259 en Reino Unido[6], no deberían preocuparnos tan bajos números de doctores si al fin de cuentas éstos salen sobrando en el mercado laboral colombiano.

Para finalizar, el 19 de Febrero Colciencias ha anunciado la cancelación de la segunda cohorte de la convocatoria “Es tiempo de volver” en un comunicado de apenas una oración: “COLCIENCIAS se permite informar a los interesados y a la comunidad en general, que no se dará apertura al segundo corte de la Convocatoria No. 696-2014”. Es incierto lo que hay detrás de dicha cancelación ¿Hasta acá llegó el impulso? ¿La voluntad política? ¿El presupuesto?.

Parece un panorama desolador. Pero a pesar de dichas dificultades y de muchas otras, este tal vez sí sea el tiempo de volver. Soplan vientos de paz en Colombia que requerirán transformaciones estructurales de las instituciones, incluyendo las que están llamadas a desarrollar la ciencia y tecnología que el país necesita para construirse de manera más justa, igualitaria y amigable con el medio ambiente. Necesitamos la tecnología que apoye un sistema de producción sustentable, para superar la dependencia de la economía extractiva de nuestros recursos no renovables. Necesitamos expertos en la multiplicidad de áreas del conocimiento, que saben cuál es la ciencia y la tecnología necesarias para la producción limpia de bienes con alto valor agregado. Necesitamos garantizar la seguridad alimentaria de los colombianos, adaptarnos al cambio climático. Y para todo esto, necesitamos comunicarnos mejor entre las comunidades, los gobiernos y el sector privado.

Así que el debate para los colombianos, dentro y fuera del país, debe ser más amplio que el que respecta a una convocatoria. ¿Cuál es la ciencia que el país necesita? ¿Cómo garantizar los recursos necesarios para desarrollarla? ¿Cómo agilizar la gestión de recursos y hacer de ello un proceso transparente? Creo que son algunas de las preguntas que es tiempo de volver a hacernos.

1. http://www.colciencias.gov.co/a/convocatoria-es-tiempo-de-volver-2014
2. http://www.las2orillas.co/irregularidades-en-convocatorias-de-colciencias/
3. http://www.elespectador.com/noticias/investigacion/cerebros-fugados-se-quejan-articulo-539305
4. http://historico.unperiodico.unal.edu.co/ediciones/104/13.html
5. http://www.semana.com/nacion/articulo/directora-de-colciencias-renuncia-al-cargo/394862-3
6. http://www.semana.com/educacion/articulo/colombia-formacion-doctoral/418514-3

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