“Si ellos tienen los medios, nosotras tenemos las calles”, gritaban en el parque de los hippies las trabajadoras sexuales del barrio Santa Fe. Las calles, el lugar que les ha dejado el sistema económico imperante para poder sobrevivir y resistir, siempre excluidas y maltratadas por una sociedad que las criminaliza y las trata como un objeto de placer.
Hoy muchas de ellas se movilizan reclamando las ayudas prometidas por el gobierno Nacional y Distrital. Organizaciones privadas y personas, tratando de ser solidarias para mitigar la agudización de los problemas que históricamente han padecido, han entregado ayudas destinadas a pagar los “paga diarios” y a la entrega de mercados, pero sus recursos son limitados y aunque quisieran no podrán hacerlo por mucho tiempo, ya que la mayoría funcionan con recursos propios.
No solo se trata de pedir mercados, sino que solicitan, se dé una discusión pendiente, sin estigmas, ni prejuicios; en la cual se analice de manera responsable todos los elementos que estructuran las problemáticas socioeconómicas, que padecen quienes habitan el barrio Santa Fe, espacio en el cual han sido segregadas. Un llamado que esperan cale en el corazón de la sociedad colombiana y su gobierno, siempre indiferentes.