Para el tomate, la lechuga, el brócoli, la coliflor, el pepino, el repollo y la zanahoria. Y si compra frutas, para los bananos, las peras, las manzanas y los mangos. Ahí van doce bolsas y eso es solo una persona haciendo su mercado. Ahora imagine cuántas personas mercan en un mes y cuantas se gastan en total en un año.
Si seguimos el recorrido de esa bolsa que usted usó por dos horitas para transportar cualquier cosa, fácilmente puede estar ahora ahogando un pez, una tortuga, o cualquiera que sea su animal marítimo favorito. Ya que, según la Sociedad Océano Azul para la Conservación del Mar, 100 mil mamíferos marinos y un millón de aves mueren anualmente al ingerir plástico o quedar atrapados en su trama.
Así que usted, el administrador de Carulla, Éxito, Olímpica, Euros, ¿qué espera? ¿Dónde está la iniciativa ambiental? Haga campañas, proponga alternativas, ponga avisos en los dispensadores de bolsas o de más bien de las de papel reciclado, haga lo que sea, pero haga. Si no le interesa el medio ambiente, entonces piense en lo bien que hablarán los clientes de su supermercado, aparecerá en periódicos, el público enloquecerá. Y si ninguna de estas marcas me oye, le digo a usted, al cliente, por favor, no coja esa bolsa, que indirectamente, está matando un animal.