Soy motociclista y con gran expectativa espero cada año el mes de abril, el cual enfoca todos los esfuerzos distritales en hablar de las ventajas y aportes a la economía que este medio de transporte representa a más de 500.000 familias y soporta las actividades de otro tanto. ¿Pero qué diferencia este mes de los otros? Ya que las inmovilizaciones siguen en aumento, los puestos de control ambiental se enfocan en detener motos y se escudriñar hasta el último rincón buscando la mas mínima gota de aceite, o en determinar que el color opaco o tapa forrada con trazos son suficientes para determinar que son un riesgo para el motociclistas y por tal motivo es imperativo inmovilizarlas.
Pero sobre la misma vía transitan otros vehículos con un constante y evidente rastro de humo, que no dejan mas que zozobra y angustia en aquellos que ven como su medio de trabajo (mayoría de veces) es embutido en una grúa que posiblemente sea del uniformado que acabó de impartir la orden de subirla.
La ley es clara en que si uno NO está de acuerdo con esta infracción, tiene derecho a una impugnación, pero NO ante un ente imparcial e independiente, es la misma secretaría de Movilidad quien, al parecer, tiene la orden de hacer hasta lo imposible por buscar salvar las vidas de nosotros y si es necesario desangrar su ya disminuido salario, pues toca.
Hoy vi como los medios exaltaban la oportuna campaña de volver caca tu casco y te damos otro, y toda gracias a una ensamblador. La misma que los vende… ¿Qué curioso, cierto?.
Lo que no se vio en los medios, pero quienes quizás sí sabían… es que ese afortunado motociclista no pasaba por ahí. Él lleva tiempo esperando el momento justo para cruzarse en tan encomiable campaña vial y darse por bien servido al ver cómo un oficial de Policía destruida su casco y le regalaban otro.
No puedo responder por aquellos motousuarios que infringen las normas, parquean donde se les da la gana y dejan que su vehículo ande desbaratado, pasando gases y sucio… Pero si estoy seguro de que somos más los que buscamos hacer las cosas bien.
Y vuelvo a preguntar, ¿Qué nos queda de un mes donde a punta de controles e inmovilizaciones nos dicen que somos importantes para la movilidad de la ciudad?