Silvana Nuñez lo tiene todo, belleza y dinero, pero no le fue fácil conseguirlo. Sería ella quien aconsejaría a Valentina Trespalacios de buscar una mejor futuro para ella y su familia, así la convenció de convertirse en DJ le aseguró que no solo conseguiría fama sino también se le abrirían muchas puertas para ser una estrella. Para ese entonces, Valentina era una humilde muchacha que estudiaba Comercio y Negocios Internacionales en la Universidad UNINPAHU y siguió los consejos de su mejor amiga Silvana: dejó todo para dedicarse a la música, empezó a viajar por todo el país, daba conciertos en las mejores discotecas y hasta hizo giras internacionales en Chile, México y Brasil.
Silvana Núñez, una joven rubia que con los años se parece más a una Barbie gracias a las cirugías plásticas, no le contó a Valentina Trespalacios el precio que traía fama. No pasó mucho para que Valentina empezara a despertar envidia y sonrisas fingidas. Como su mejor amiga, Valentina Trespalacios fue cambiando su aspecto en el de una muñeca, pero todavía guardaba una inocencia y nobleza para los asuntos del corazón que siempre le consultaba a Silvana Núñez.
Valentina le contó que además de su relación con Santiago Luna también existía en su vida un norteamericano de nombre John Poulos. Silvana Nuñez, tal vez por experiencia o exceso de confianza, le recomendó seguir con las relaciones paralelas: una en Bogotá con Santiago y otra con Poulos quien le envía dinero semanalmente por intermedio de una empresa. Aunque sabía lo agresivo, celoso y compulsivo que era Poulos nunca le aconsejó a su amiga huir.
Por su cercanía con Valentina, Silvana Nuñez se convirtió en testigo clave de su asesinato ante la Fiscalía lo que ha dado pie en redes sociales a muchas especulaciones. Usuarios, que han seguido el caso, se preguntan por qué John Poulos le envió dinero en una ocasión a Silvana Nuñez y por que esta tenía abierto el WhatsApp de Valentina Trespalacios en su computador: