Bien podría ser el argumento de una película pero se trata de una realidad. El sexólogo estadounidense Ian Kerner sugirió la creación de robots que permitan a hombres “practicar” antes de tener sexo con una mujer de carne y hueso. Esto con el objetivo de combatir la eyaculación precoz y demás anormalidades que afectan el desempeño bajo las sábanas de los caballeros en cuestión. Según Kerner, si existen vientres de alquiler no debería haber ningún problema en que existiesen robots que pudieran servir como “sustituto” del sexo, que también serviría para ayudar a aquellos hombres con baja actividad sexual a relajarse y en un futuro hacer lo propio con una mujer. El sexólogo también sugirió que esta podría ser una alternativa útil para los pedófilos, pues se utilizaría de la misma forma en que la metadona se usa con los drogadictos.
Los detractores de la polémica propuesta aseguraron que tales robots podrían crear dependencia entre los jóvenes pues si una generación crece con esta posibilidad, podría encuentrar en estos juguetes una forma de satisfacer sus necesidades y se trataría de personas que no entrarían en contacto físico con otros seres humanos.