La semana pasada acompañando a un amigo a hacer diversas diligencias en el Departamento de Sanidad Naval de la Escuela de Suboficiales de Barranquilla, fui testigo de los procedimientos que esta entidad suele utilizar para atender sus numerosos usuarios, que configuran un servicio de salud, de los más ineficientes que he podido conocer con visos de corrupción inveterada y soterrada.
Un caballero que por su información fue empleado civil de la entidad se quejaba del calvario que estaba viviendo por cuenta de su enfermedad de la próstata de varios años de evolución que ya tiene concepto de cirugía por el urólogo tratante. Si se mira la orden que adjunto escaneada se lee "se redirecciona la orden por terminación del contrato con la IPS Clínica de la Costa". El paciente me cuenta que esa orden se la habían dado después de mucho trámite a principio de diciembre del 2016, pero pensando que el procedimiento quirúrgico iba a ser inminente, decidió postergar consulta para enero, para no pasar las fiestas navideñas en cama. Y unos días antes había ido a la clínica mencionada donde le informaron que ya no tenían convenio con la Escuela de Suboficiales Navales ESN. Regresó a las oficinas de Sanidad Naval de la Escuela de Suboficiales en donde le informaron que volviera en ocho días para una nueva orden, que es la escaneada con el debido recorte de sus datos personales por razones obvias. Ese era el día. Viendo al señor bastante molesto porque ni siquiera conocía de la existencia de la nueva clínica a donde había sido remitido, lo abordé y ganando su confianza me mostró la nueva orden. A parte de la tramitología que ha tenido que hacer desde tiempo atrás, para conseguir las órdenes de especialistas, las medicinas del tratamiento; me llamó mucho la atención que la orden dice textualmente entre otras cosas ..."se solicita remisión a tercer nivel urología para posible cirugía RTU VS prostatectomía abierta por lo que se inicia proceso mediante la red propia Honac -Hospital Naval de Cartagena- y HOMIC - Hospital Militar CENTRAL EN BOGOTÁ- no hay insumos para realizar esta cirugía. Y en la ciudad de Bogotá HOMIC no hay pasajes ni tiquetes para el apoyo "(¡¿?!)
Es por lo demás curioso que una entidad que debe atender un personal mayormente masculino, declare olímpicamente que carece de insumos para realizar una cirugía que es de necesidad frecuente entre la población adulta masculina. Y que en Bogotá no haya recursos para comprar los tiquetes y el hospedaje para el acompañante; cuando se conoce que el presupuesto del Ministerio de Defensa es el más alto del país. Curiosa pregunté por qué siendo menos costosos comprar los insumos pertinentes para el Hospital Naval de Cartagena o entregar pasajes al paciente y hospedaje al acompañante, se prefieran los contratos con Clínicas particulares. Dicha esta observación en mi voz relativamente alta una de las personas, cuyo nombre me reservo, me dijo soto voce que era pensionado como ex suboficial naval y que esa cadena de contratos que se dejan vencer para cambiar la entidad contratante era común y de vieja data de la entidad para garantizar ... (pasándose la mano por la mandíbula inferior de oreja a oreja) gesto que significa "la barba" que a su vez es la "liga", "la coima", la comisión que deben pagar las IPS agraciadas por el favor de otorgarles estos contratos que en el lenguaje de la Sanidad Naval "son contratos extra-hospitalarios" ¿Y quién se beneficia de estas "mordidas"?, con su habitual lenguaje gestual el caballero hizo un ademán sobre la cabeza que gráficamente señalaba una gran gorra. Entendí que se refería a los superiores militares de capitán a director del departamento de Sanidad Regional y presuntamente nacional.
Llama la atención también la nota en letra pequeña que insiste en que esta orden es de circulación restringida para los terceros.
Yo recuerdo el Hospital Naval de Cartagena por los años 80 como un hospital de vanguardia, porque allí llevaban a unos familiares cuyos hijos eran empleados civiles de la escuela de Oficiales Navales, cuando aún no había comenzado la tercerización de los servicios en toda la red pública de hospitales del país. Me imagino que el HOMIC debía ser otro tanto o mejor.
Pero ahora, al parecer en las fuerzas militares también cunde esta tercerización que presuntamente es una de las correas de transmisión de la corruptela en las fuerzas armadas. Entre tanto puedo dar fe por los testimonios recogidos que ello ha derivado en un pésimo servicio y que ello viene de vieja data. Y pregunto ¿Quién vigila a los altos mandos militares en materia de manejo del gasto militar? O se creerá que la corrupción estatal es solo de los funcionarios civiles? Para muestra un botoncito.