En las gravísimas circunstancias por las que atraviesa el mundo evita los tumultos, las aglomeraciones. Cuando un individuo es absorbido por la energía trepidante de la multitud pierde la libertad, y se convierte en títere de la masa ciega. Si la masa furibunda da la orden de matar, el individuo, en consecuencia, matará. Si la masa envía terror en todas las direcciones, el individuo será cómplice del terror y se transformará en el terror mismo. La ira en cadena tiene un efecto devastador y puede poner en riesgo la vida de miles de personas. Por su parte, un ataque de pánico generalizado pondrá en riesgo la vida de millones de personas. Por lo cual, en esta lección daré instrucciones para sobrevivir a la atracción oscura del mal que pretende, a muerte, provocar un caos sin precedentes en la historia de la humanidad. En primera instancia, debes comprender que el terror tiene como arma principal la generación en cadena del miedo. Además, detona odio, ira, impaciencia, desesperación… en fin, las vibraciones más bajas que pueden existir. Sin embargo, a pesar de lo bajo de esas vibraciones son energías oscuras altamente contagiosas. Tengan muy presente que la oscuridad como organización conoce el poder destructor del miedo. Pero lo que desconoce la oscuridad y muchas personas que viven en la ignorancia o muertas en vida, es que el poder del amor es infinitamente más poderoso que el del miedo.
Antes de abordar algunos aspectos de este poder, permítanme una breve acotación: en los actuales momentos el planeta Tierra atraviesa por un campo vibratorio de baja frecuencia. Deberían creerme si les revelo que los videntes están en la capacidad de ver la densa oscuridad que cubre el mundo. Por eso es urgente que las personas conscientes de esta situación sui generis dediquen algún espacio del día a día para la meditación y para la oración individual o colectiva. Como he dicho en lecciones precedentes: el que no acuda a la Luz pone en riesgo su vida y la de su familia. Sugiero enfocar la atención en la respiración serena y concentrar la energía en el corazón y en el plexo solar. Recuerden que en el corazón está el hogar y el Reino de los Cielos.
Por suerte, la calma, la serenidad, la seguridad en Dios y la confianza en Él son fuerzas infinitamente más poderosas que todas las variables del terror. En efecto, en cualquier situación de emergencia la mejor contribución que podemos ofrecer es conservar la calma, y sostener una actitud imperturbable y de suma tolerancia y mansedumbre. Cuando las personas que te rodean observen esa actitud serena quedarán impregnadas de la misma vibración.
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En otro orden de ideas, nuestros abuelos solían decir: al que anda entre la miel, algo se le pega. En este sentido, los locos contagian locura; los neuróticos neurotizan; los amargados amargan a los demás; los violentos meten violencia; los guerreristas soplan vientos de guerra; los odiosos meten odio, y, los cobardes y miedosos impregnan a los demás de ese miedo y de esa cobardía. En las antípodas: los valientes inyectan coraje; las personas bondadosas transmiten bondad; los seres humanos luminosos iluminan; los tolerantes y amorosos envían amor y luz en todas las direcciones.
Atención: en la balanza de la energía, de la alta frecuencia y vibración pesa más una persona llena de paz interior y amor que un millón de individuos oscuros palpitando desde el odio, el crimen y del terror. Insisto: el poder del Amor es infinito. Por ejemplo: cuando alguien practica el bien y ora y medita y ama beneficia a todo el mundo. La malignidad de un sujeto o muchos sujetos también afecta a todo el mundo, pero se neutraliza esa energía oscura vibrando con el Amor, por el Amor y en el Amor.
En cualquier circunstancia conserva la calma y la paz: esa paz y esa calma tiene el mismo poder de un inmenso imán que atrae a las personas que vibren en la misma tonalidad.
Por último, no hay que caer en la trampa de los violentos: ellos trafican y comercian con el miedo. Venden miedo y se alimentan del miedo y se lucran del miedo. Si por ellos fuera convertirían el planeta Tierra en un manicomio universal, en una masa oscura sumergida en un caos total. Pero tú, amable lector que me sigues, confía en la Luz y en la libertad y el orden y el amor que todo lo supera y todo lo alcanza en Unidad. La común-unión de los que fueron enviados a este plano o dimensión para amar y sólo amar.
Posdata: próxima lección… lo peor que puede pasar.