Para que Sergio Fajardo Valderrama no se siga presentando como una inocente paloma víctima de una persecución política, lo invitamos a sostener un debate serio, documentado y con altura. Como punto de partida para el mismo le presentamos este cuestionario:
1. ¿Hubo en el 2005 una negociación previa con la multinacional Millicom para retirar la Unidad de Telecomunicaciones de EPM con el fin de constituir a UNE?
2. ¿Por qué usted le entregó a Millicom el 25% de las acciones que EPM tenía en Colombia Móvil?
3. ¿Cuánto pagó Millicom por la prima de control para tener el manejo total de Colombia Móvil?
4. ¿Por qué EPM le prestó el 2 de octubre de 2006 a Colombia Móvil, una compañía que ya estaba bajo el control de Millicom, 181.000 millones de pesos?
5. Usted le compró el 15 de junio de 2006 a los grupos Sarmiento Angulo y Santo Domingo las acciones que tenían en Orbitel por un valor de 85 millones de dólares, 80 de contado y 5 condicionados a posibles cambios en UNE EPM. ¿Sabe qué pasó con la adquisición de estas?
6. ¿Se enteró usted como presidente de la Junta Directiva de Hidroituango S.A. de que el contrato Boomt para construir la hidroeléctrica en Ituango se le adjudicó a una empresa de papel denominada EPM Ituango S.A. E.S.P., a los 6 días de constituida?
7. Siendo el departamento de Antioquia el dueño del proyecto de Hidroituango, ¿no se enteró usted de que desde el 2013 se presentaban retrasos en la ejecución de las obras?
8. ¿Tuvo conocimiento usted de que desde 2013 se empezó a hablar de la aceleración de las obras y que se aprobó una bonificación de 70.000 millones de pesos para los contratistas incumplidos si entregaba la obra terminada en la fecha estipulada?
9. ¿Sabe usted si por ganarse esos 70.000 millones de pesos fue que los contratistas sellaron con concreto las bocas de los túneles y llenaron el embalse sin estar terminada la obra, cosa que provocó la emergencia?
Por la trascendencia de tema y porque la intención es adelantar un debate serio con el candidato presidencial, pues los electores tienen derecho a conocer las buenas o malas obras de quien los piensa gobernar.