Como bien sabemos desde el 11 de mayo del este año, 270 mil docentes de los colegios públicos de nuestro país entraron en paro por convocatoria de Fecode. Esto ya es normal acá en Colombia, país en que todos los años los profesores hacen paro piden lo mismo al Gobierno Nacional.
También hay que mencionar que por este cese de actividades más de 8 millones de estudiantes no están en las aulas de clase, donde deberían estar recibiendo la educación que se merecen y claro de calidad. Sin embargo, esto se ha visto imposibilitado por las diferencias que tienen los maestros con el Ministerio de Educación, porque el Gobierno casi nunca tiene en cuenta a los profesores en sus decisiones y es triste ver que ya vamos para un mes de paro y no se logra un acuerdo entre ambas partes. Los más perjudicados son los niños y jóvenes a los que se les ha vulnerado su derecho a la educación.
El pliego de peticiones de Fecode se resumen en estos seis puntos:
- Incrementar fuentes de financiación.
- Garantizar condiciones para jornada única.
- Mejoramiento salarial para los docentes.
- Terminar licitación sobre salud.
- Fortalecer las prestaciones económicas.
- Garantizar la realización de los juegos deportivos del magisterio.
De estos puntos, el que más tiene "parada" la negociación es el punto sobre los salarios de los docentes, el Gobierno propone un aumento salarial del 0,15% por encima de la inflación, los maestros proponen uno del 5%, la diferencia es abismal como pueden apreciar.
Los detractores del paro argumentan que este es injustificado porque los docentes son los que menos trabajan en Colombia, ya que la mayoría trabajan menos de ocho horas diarias y tienen cuatro vacaciones en el año (Semana Santa, mitad de año, Octubre y final de año) y que además usan "proselitismo político" diciendo que luchan por la educación de calidad para suplir sus intereses particulares, ya que según ellos solo en un punto de sus peticiones hablan sobre educación (Jornada única).
Igualmente, se sabe que la cartera del Gobierno está muy apretada, que el presupuesto no alcanza (bueno nunca alcanza) y no es mucho lo que este le pueda ofrecer a los maestros. Agregan diciendo que más del 80% de los recursos que se destinan de la educación se van para el pago de salario de los profesores, evitando así mayor inversión en otras áreas como infraestructura, alimentación escolar, deportes, cultura, etc; que los profes no quieren pedir mejoras en la educación, si son ellos mismos los que más absorben los recursos destinados para ella y aún así piden más aumentos, sabiendo que no hay más plata y que subirles el salarios sería disminuir la inversión en otros campos de la educación y no es garantía que la calidad de la educación mejore.
Los que están a favor del paro, exponen que las condiciones de vida para algunos docentes es baja (los que están abajo del escalafón ganan setecientos mil), si comparamos sus salarios con otros países de Latinoamérica, que las prestación que se les ofrece es mala (es mala para todo los colombianos), junto con las prestaciones económicas, que es difícil sobrevivir con tan poco sueldo.
Esperemos que urgentemente el Gobierno y Fecode llegue a un acuerdo, porque los más perjudicados son los estudiantes, que no están recibiendo una educación de calidad. También, que Gobierno y Fecode dejen sus egoísmos particulares y juntos busquen esa educación que todos queremos, y ya veremos que en un o dos años habrá otro paro de maestros y se repetirá la historia como siempre ha sido. Y como siempre los más perjudicados nuestros niños y jóvenes, por la incapacidad de hacer buenas políticas públicas del Gobierno y los paros casi anuales de los docentes.