Vamos caminando muy deprisa con destino hacia la destrucción total, los recientes acontecimientos invitan en un desesperado llamado a la humanidad a enderezar la senda que nos puedan conducir al establecimiento de un nuevo orden.
Para que esperar el estallido de la tercera guerra mundial cuando aun estamos a tiempo para evitarlo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), junto a su consejo de seguridad surgieron luego del desastre provocado por las consecuencias de la segunda guerra mundial, lo que llevó a los gobiernos del mundo a la creación de una serie de organizaciones y tratados que después de casi 80 años de existencia, nos demuestran su caducidad en el tiempo frente a las barbaries que se cometen en varios lugares del planeta, especialmente en Europa, Medio Oriente y el Norte de África.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, presidido por 15 países, cinco permanentes y diez electos cada dos años, dejan ver la influencia de las principales potencias que tienen derecho al Veto, las que imponen sus decisiones absolutas de acuerdo a interés geoestratégicos y que se pasan por la faja las voluntades de las demás naciones que integran a la ONU.
Los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, desafían las resoluciones del resto de países cuando se trata de apoyar a los Estados que son afines a sus interés, como lo demuestran los mas recientes acontecimientos sobre el cese al fuego en la Franja de Gaza, por su parte Rusia y China, en una forma de balanza hacen lo propio en un macabro juego de muerte que les lleva a invadir y a amenazar a las naciones que carecen de unas fuerzas militares en igualdad de condiciones que les permita defenderse ante sus agresiones, justificándose todos ellos en el derecho de salvaguardar la integridad de sus soberanías, en nombre de la libertad, que deja a cientos de miles de cadáveres esparcidos en una lucha motivada por el poder de sus complejos bélico militar e industrial.
Las invasiones a Irak, Afganistán, Libia y las intervenciones en Siria, la guerra en Ucrania, las agresiones a Irán, las amenazas sobre Taiwán y el claro apoyo de los Estados Unidos, la Unión Europea y algunas Naciones que se arrodillan al poder imperial frente al Genocidio cometido por parte de Israel en contra del pueblo Palestino, nos invitan a la siguiente reflexión.
Será que nos veremos empujados todos, a la adopción de las armas nucleares como lo hizo Corea del Norte, en una clara y desesperada medida disuasiva y a la vez preventiva frente al ataque de las potencias que se creen que tienen el derecho de agredir a quienes se les venga en gana sin sufrir las más mínimas consecuencias.
La otra reflexión es que es imperativa la creación de un nuevo orden mundial que invite al respeto por los derechos ajenos y el acatamiento de las decisiones representadas en las mayorías absolutas, para no vernos compelidos a la utilización de las fuerzas, evitando de esa manera el holocausto que nos llevará a todos al mismísimo infierno.