En estas fechas preelectorales, los diversos colectivos en Colombia se reúnen para hacer sus cábalas y sus estrategias, vista a las próximas elecciones, hoy día tan vitales e importantes para nuestro país, ese país del post conflicto. Los colombianos en el exterior carecemos de esta oportunidad, dado tiempos y distancias, y a pesar de las redes sociales y las comunicaciones, es muy difícil y complicado aunar esfuerzos para dar una idea clara de estos retos para los próximos comicios electorales.
A pesar de ser ya casi 6 millones de personas en la diáspora, la cantidad de intereses particulares, políticos o el simple afán de reconocimiento y de figuración, ya hacen ver que en el exterior se buscan rascar algunos votos a costa de vender muchas conciencias.
Hasta la fecha, ya han venido varios miembros del gobierno, abriendo y explicando cual será la Colombia del posconflicto, como Sergio Jaramillo Caro en Barcelona. Lo que no comentan estas personas, es la participación de la diáspora en esta nueva Colombia, y tampoco se mojan en las realidades sociales que vivimos como personas migradas, víctimas del conflicto armado ya que por la inoperancia del Estado Colombiano, nunca se crearon las oportunidades de seguridad, empleo, educación y sanidad pública que el pueblo colombiano necesita y merece. Por esta y muchas más razones, hemos tenido que salir del país, para mejorar nuestras condiciones de vida, una vida que no era garantizada por el Estado Colombiano.
Hasta la fecha, ningún precandidato presidencial ha tenido la delicadeza de explicar cuál va a ser su concepción, su proyecto político para el país, y mucho menos, su proyecto hacia la población de origen colombiano que vive en el exterior. Hasta la fecha solo hay imaginación y supuestos. Claramente los colombianos en el exterior no somos sujetos políticos a la fecha, porque muchos no votan. Pero creo que en estas próximas elecciones se llevaran una sorpresa.
Desde diversos colectivos y líderes sociales, se está haciendo una campaña para la inscripción masiva de cédulas para votar. Como muestra, en la pasada feria de servicios en Madrid, la Cónsul no quería colocar una mesa para la inscripción de cédulas. Fue gracias a la presión de varios líderes sociales, que prácticamente obligo a la Cónsul a colocar esta mesa, eso sí, sin publicidad ni comentario alguno por parte del consulado, que es su obligación como representación del Estado.
Dentro de la agenda política, los diversos candidatos, tanto a Cámara de Representantes por los Colombianos en el Exterior, como candidatos a Senado, y a Presidencia y vicepresidencia, tendrán que explicar claramente su posición en temas básicos e importantes para la diáspora como:
- Perdida de la segunda curul de Cámara de Representantes por los colombianos en el exterior
Este exabrupto, liderado en gran medida por Jaime Buenahora Febres, (Casualmente elegido Representante por los Colombianos en el Exterior), ha dañado el proceso de participación política y social del colectivo de colombianos en el Exterior. Ha menospreciado el aporte que como colectivo realizamos a la economía colombiana de más de 4.857 millones de Dólares, según el Banco de la Republica, a enero del 2016, e incrementando casi en un 16% año a año.
Ha dañado la alternativa de que nuevas personas, con experiencia migratoria y trabajo social desarrollado, refresquen la representación política colombiana, y aporten experiencia en el Hecho Migratorio. Se sigue experimentando
- Impuesto de timbre a todos los tramites de casi el 45% en los Consulados
Año tras año, el Ministerio de Hacienda incrementa el costo de este impuesto. Un impuesto arcaico, regresivo, que por estudios de la misma DIAN, ha demostrado que no cumplen ningún tipo de objetividad en la Hacienda Pública, pero que si es lesivo para cualquier colombiano en el Exterior. Una persona que viaje de turismo o como estudiante, ha pagado en Colombia, la suma de $163.000.00 pesos. Si lo robasen, o se le llegara a perder en el exterior, en cualquier Consulado este mismo pasaporte le costaría en pesos colombianos la suma de $463.000.00. Es un derecho de todo ciudadano y obligación del Estado suministrarlo con principio de equidad y reciprocidad, ya que es el único documento válido de identificación en el exterior.
- Mesa Nacional de la Sociedad Civil para las migraciones
La cancillería ha dejado de lado este proceso tan importante, en la participación social y política de la Migración Colombiana. Este proceso de participación social que dejo la Ley 1465 del 2011, ha vivido muchos inconvenientes, tales como la utilización para beneficio propio de un grupo de personas que intentaron pasar por encima de más de 5 millones de Colombianos en el Exterior, sin que la Cancillería o la Jefatura de Asuntos Consulares o la Oficina de servicios Jurídicos se llegase a pronunciar frente a este hecho. Como aspecto positivo, el trabajo que lideres sociales desde Madrid, España, o desde Londres, Inglaterra, no han dejado morir. Por el contrario, consulados como el de Barcelona, no ha apoyado este proceso, ya que no le interesa ni le beneficia a sus intereses.
- Presencia del Estado ante los connacionales en el exterior
Es una deuda histórica, del Estado Colombiano, el apoyar a sus connacionales en el exterior. Pero esto es de más profundo calado.
Se está enviando al servicio consular personas que desconocen el hecho migratorio, con lo cual su servicio y atención dejan mucho que desear. Fuera de lo anterior, el personal que llega, viene como es tradicional, recomendados o como ficha de algún político de turno, razones por la cual se creen intocables, no se les puede decir nada y se creen dueños del puesto.
La carencia total de sentido humanista, sobre todo cuando fallece algún connacional. La demora en resolución de repatriaciones es inhumana. Si fuese el familiar de algún alto dignatario o miembro de la fuerza publica, hasta el Presidente enviaría sus emisarios directamente, casos se han visto.
Para terminar, ya veremos lo que en el Lexicón Colombiano editado por la Biblioteca Luis Angel Arango y descripción realizada por Gonzalo Cadavid Uribe, definiendo lo que en la fauna política como es y que hace el Manzanillo. Definición que es la siguiente:
“Es el Manzanillo el más despreciable de los animales, siendo todos despreciables. Hombre sin moral, sin decoro, poseído de un alto concepto de su grandeza, virulento, cobarde y falaz que pone a su servicio toda la bajeza de los hombres y toda su falta de hombría de bien para sus fines siempre oscuros. Llámese manzanillo porque sus frutos y su sombra, como los del árbol de ese nombre, son dañinos y venenosos. Forman su cohorte perdularios, buscalavidas, incapaces, matones y zarrapastrosos. Su clima propicio es el aplanchamiento, la delación y el comité. Cañas huecas, cualquier viento adverso échalos por el suelo…..”
Esta vez esperamos mas de los colombianos en el exterior, que creo firmemente, votarán en gran medida y lo harán a conciencia.