Actualmente este libro se encuentra agotado en Amazon, que lo puso en venta por última vez en el año 2018. Y ahora, al parecer, no tiene intenciones de volver a ponerlo en circulación. Sabemos quién es el dueño de esta plataforma: Jeff Preston Bezos. Tal vez no le parece muy prudente hacerlo, ya sea por coincidir y de pronto influir en las decisivas elecciones presidenciales de este año en EE.UU. De hecho, en la búsqueda en la página aparece un aviso que dice así: ''No sabemos si este producto volverá a estar disponible, ni cuándo''.
A muchos de nosotros nos interesaría poder leerlo por estos nuevos tiempos que vive el mundo, en especial porque desde hace un tiempo venimos observando (con gran sorpresa y con resistencia) que al parecer para saber lo que pasará en el mundo tendremos que empezar a creer más en las películas de ficción de Hollywood, en los profetas de todas las religiones y filosofías, y en los escritores que desde su "imaginación" han sido prolíficos en cuanto a predicciones se refiere.
Por ejemplo, Julio Verne se anticipó casi dos décadas a la invención del submarino; Isaac Asimov relató una enciclopedia galáctica asombrosamente parecida a nuestra Wikipedia; George Orwell predijo el espionaje gubernamental en las páginas de 1984; Mary Shelley habló de trasplantes de órganos en Frankenstein; o el magistral Aldous Huxley escribió sobre la ingeniería genética en Un mundo feliz.
¿Cuántos de nosotros estamos empezando a ver que todo lo que creímos imposible se está materializando ante nuestros ojos, a pesar de nuestra resistencia por el fuerte adoctrinamiento e incredulidad en el pasado?
Pero volviendo a la novela de 1900: O el último presidente, traducción del título al español, encontramos unas coincidencias asombrosas de los personajes de la novela y el supuesto ‘‘último presidente’’, que podrían responder a tantas supuestas incoherencias o chifladuras que le hemos escuchado a Trump en sus alocuciones o en Twitter desde que fue electo presidente. Son incontables las veces que nos ha sorprendido con cosas extrañas y aparentemente sin lógica y sin sentido: frases en sus discursos que han dejado pensando a la prensa y al mundo entero en modo ¿?
Para la muestra, como cuando en 2017 posó junto a líderes militares estadounidenses en unas fotografías previas a una cena en la Casa Blanca, en la que dijo que discutirían las cuestiones más urgentes que enfrenta Estados Unidos. Mientras la prensa tomaba las fotografías del grupo, él dijo textualmente: ''¿Saben que representa esto? Quizás es la calma antes de la tormenta''. Ante esto, un periodista le preguntó: ''¿Cuál tormenta?''. Trump repitió: "Podría ser la calma, la calma antes de la tormenta". "¿De Irán o ISIS? ¿Qué tormenta?", preguntó otro periodista. Él contestó: "Les puedo decir que tenemos los mejores militares en esta habitación y tendremos una velada espectacular. Gracias por venir". "¿Qué tormenta, señor presidente?", insistieron los periodistas. Él contestó: ''Ya lo descubrirán''.
Y eso no fue lo único, el año pasado de nuevo causó mucho revuelo en el ámbito político del mundo cuando acusó de desleales a las personas judías que votan por demócratas e hizo referencia a los comentarios de un controversial locutor que se refirió a él como el “rey de Israel” y “la segunda llegada de Dios”. Sus críticos casi lo destrozan e intentaron hacer que se retractara de sus palabras. El presidente nunca lo hizo y en cambio agradeció a través de Twitter a Wayne Allyn Root, un locutor de radio conocido como “teorista conspiratorio”, de acuerdo con el Washington Post, por sus “muy lindas palabras”.
Horas después de emitir estos mensajes en Twitter, Trump dijo durante una entrevista en la Casa Blanca en la que hablaban de la guerra comercial con China: “Yo soy el elegido”. Esto mientras realizaba un gesto de alabanza al cielo, pues aparentemente considera que el papel que ha desempeñado en la disputa le ha otorgado este título. Y está otro ejemplo, el de su misterioso tuit en 2017 de “Covfefe”, que a medianoche incendió internet y que horas después bromeó con él, pero sin revelar su significado… ¡Y en fin!
¿Cómo todos nosotros, los simples mortales que no sabemos ni entendemos todo lo que se mueve tan arriba en los Estados profundos de los gobiernos, podemos conectar todas estas “locuras” para encontrar la lógica de lo que él sí sabe y nosotros no?
Este libro que les menciono es una novela sobre un hombre que reside en la quinta avenida de Nueva York, en una torre con su nombre, que sorprendentemente gana una elección. Es una obra de sátira política que reprueba el auge del socialismo y el populismo, y deduce que su ascenso ficticio es desastroso y conduce al caos. Es importante notar que este trabajo, junto con otros de Lockwood, parecen pronosticar el clima político actual de los Estados Unidos y Occidente en general. Esta pequeña historia política es muy interesante en su tiempo, ya que refleja algunas de las ideologías y movimientos sociales de la época.
Ahora bien, ¿quién fue Ingersoll Lockwood? Fue un abogado y escritor estadounidense que nació el 2 de agosto de 1841 y murió el 30 de septiembre de 1918. Como novelista es particularmente conocido hoy por sus textos para niños como Baron Trump. Sin embargo, escribió otras novelas para niños, así como la novela distópica 1900; Or, The last president, una obra de teatro y varias obras de no ficción.
Con eso claro, existen muchas teorías conspiranoicas sobre las similitudes de los personajes con el señor Trump y sus historias infantiles de Baron. En el libro Don (diminutivo de Donald) es un viajero en el tiempo que ha venido para alertarnos y salvarnos (eso lo han usado mucho las instituciones evangélicas y conservadoras que militan para Trump). A lo largo del texto hay muchas extrañas coincidencias que cuadran con la realidad actual. Además, el apellido del personaje es exactamente Trump y su hijo es Baron, parecido a Barron (el hijo del presidente). Igualmente, el retrato es bastante parecido pues contiene ilustraciones en donde su copete es muy identificable.
Es un libro muy extraño que por ahora no se consigue, por lo que solo puedo remitirme a quienes ya lo han leído y tratan en redes y sitios web de usarlo como texto profético para impulsar la reelección del señor Trump, puesto que lo muestran luchando en contra del globalismo y sus élites, y en contra del Nuevo Orden Mundial, en donde EE.UU. dejaría de ser la potencia reinante cediendo el control a China.
Esta introducción va a que particularmente veo a un tipo que me despista mucho, pero que no logra del todo engañarme. Aun y a pesar de ver que está denunciando a las élites, corporaciones e instituciones, no es el gran salvador del mundo occidental… Y por un detalle tan grande como una catedral: este tipo apoya a los sionistas del mundo y sus intenciones… No puede ser algo bueno, aunque luche aparentemente por lo que está muy mal.
Tal vez eso nos demuestra que las élites están divididas y que lamentablemente nosotros los humanos del común ya no tenemos opciones correctas y honestas de donde escoger.
¿Han leído el libro? Y aunque no sea así, ¿qué opinan?