Lo peor que tiene la muerte es que no puede ser imaginada. De no ser así se estuviera sabiendo qué son capaces de imaginarse los muertos tras saber que tienen cheques por cobrar en alguna dependencia del gobierno norteamericano. Lógicamente, si eso se supiera se tendría noticia también de si saben que algún vivo ha estado cobrando por ellos; lo cual no dejaría de ser una cabronada que ningún muerto respetaría.
Pero el asunto anterior que ha dejado en un palmo de narices a muchos muertos sin distingo de países, pues ya están ellos comentando que ha sucedido también en Italia, España y no se sabe si en algún país suramericano. Con esto pareciera sustentarse que ser pobre y estar muerto es casi la misma vaina. Y eso es lo que sostiene el título de esta columna, que ser pobre es una mierda. Es decir, es una mierda casi peor que estar muerto.
¿Alguien sabe si ha estado ocurriendo en Colombia? El problema es que ni siquiera en Colombia los muertos escriben. Y debieran hacerlo. Debería haber una licencia para que los muertos por coronavirus puedan escribir o hablar.
Si están soltando tanto preso, ¿cómo es que a los muertos que tienen cheques por cobrar no les dan una segunda oportunidad sobre la tierra?
Del asunto de los muertos en Estados Unidos se sabe algo porque si hay algo que puede salir peor, pues sale peor. Es el caso de los pobres.
Para algunos pobres que les salga un cheque de ayuda es casi peor que si le saliera estando muerto. Y es que parece increíble la mierda que conlleva ser pobre, inclusive en Estados Unidos. Claro, alguna duda cabe, en un país como Colombia pudiera ser peor.
Y si no basta con comparar. A los pobres de los Estados Unidos podría estarles llegando un cheque de 1.200 dólares, nada menos que con la firma de Donald Trump lo cual, no se sabe por qué, desvaloriza esa plata inmediatamente. Solo cabe imaginarse el dolor que ha debido sufrir ese señor al firmar tales cheques. Ha sido tanto pero tanto el sufrimiento que casi coincide con la eliminación del cheque para la Organización Mundial de la Salud. Que es la entidad internacional que si no le hubieran quitado el poder que tenía hace muchos años estuviera salvándonos de la crisis. Pero es que en las crisis estalla mucho dinero que sale muy rápido, sin controles, y en el mundo hay cada vivo que se hace el muerto.
Pero aun así la suma firmada por Trump se desvaloriza pero la pobreza es una mierda y debes tomarla aunque te queme las manos. Se desvaloriza tanto que es casi equivalente a la suma que pudiera estarle llegando a alguien de mesada pensional de cierto país, pero mejor ni hablamos de eso para que no arranquemos a llorar a moco tendido.
Si el dólar hoy está a 4.000 pesos colombianos, ese pobre gringo estaría recibiendo algo así como cuatro millones ochocientos mil pesos, que ya quisiera devengar cualquier profesional especializado en Colombia. Claro, aunque ahora se sabe que los panaderos están ganando mucha plata.
¿Pero es que alguien cree que ese dinero se recibe sin sufrimiento. ¡Ya voy Toño!
“Muchos padres no recibieron el crédito prometido de $ 500 para sus hijos menores de 17 años. Y otros no pudieron verificar su estado de pago o actualizar su información bancaria con el IRS.
En los comentarios, los lectores compartieron sus propias experiencias al intentar obtener las pruebas de estímulo. Hemos seleccionado algunos comentarios a continuación, y puedes unirte a la conversación aquí”.
¡Hay que pasar las pruebas para obtener el estímulo! ¡Le llaman estímulo a eso! Entonces qué palabra altisonante utilizarán para designar el dinero ventiao que recibieron los bancos. Cualquiera que sepa leer entre líneas el periodismo norteamericano debe sopesar eso del Washington Post que dice luego de lo anterior: “Los comentarios se editan por su extensión y claridad”.
“... Ahora el sitio web del IRS indica que no pueden determinar mi elegibilidad para un pago de estímulo. Para mí, este es un ejemplo más de la administración actual que está vaciando los departamentos en los que ahora confiamos para recibir asistencia crítica. El liderazgo miope está dejando al público estadounidense en una situación desesperada”.
Y es claro que debe editarse el clamor de los pobres. Pudiera ser tan quejumbroso como un discurso de ultratumba.
Gabriel García Márquez dijo una frase célebre, que imagino recordará muy bien María Fernanda, su hincha más furibunda: el día que los muertos (o los pobres, da lo mismo) puedan cobrar sus cheques... la tapa del frasco de mermelada…
