El año inmediatamente anterior el presidente Juan Manuel Santos lanzó la estrategia nacional de las 10.000 becas condonables para los estudiantes ‘pilos’ del país. Para acceder a ellas se debía obtener un puntaje igual o mayor a los 310 puntos en las pruebas de estado (ICFES) y ser de estratos 1 y 2 del Sisbén.
Dayán Yadriel Garcés, Brayan Esneider Zapata y Geiler Eliecer Parra cumplieron a cabalidad los requisitos anteriormente descritos, y ahora ellos son unos de los 84 'pilos' del departamento de Arauca que pudieron acceder a los créditos-becas del gobierno nacional.
Aquí contamos la historia de los araucanos que hoy cumplen sus sueños en Medellín, la segunda ciudad más poblada de Colombia.
Dayán Yadriel Garcés es un Craveño de nacimiento que inició sus estudios en la concentración escolar El Peniel, posteriormente pasa a la escuela el Triunfo, sede en la que termina su primaria y finaliza el año anterior su bachillerato en la institución educativa José Antonio Galán.
Este joven nos cuenta que todos los días recuerda a sus docentes, y compañeros. De la misma manera, dice que extraña los momentos de alegría vividos con sus amigos en el colegio.
Dayán sigue relatando que el proceso de adaptación a una ciudad desconocida no ha sido fácil; sin embargo, cuenta que no se arrepiente de haber elegido estudiar aquí, pues le gusta Medellín.
Este Craveño estudia ingeniería civil porque le gusta y porque desde siempre le ha llamado la atención las estructuras de vías y puentes, nos relata. Garcés es un convencido de que puede ser una agente de cambio en su municipio natal.
Al igual que con Dayán hablamos también con Brayan Esneider Zapata, quien finalizó sus estudios secundarios siendo compañero de Dayán en la institución educativa José Antonio Galán, sobre las becas Zapata nos dice: “La espera fue larga y algo angustiosa, pero confiaba que con la ayuda de Dios podría pertenecer al programa”, y es así, Brayan hoy pertenece a "Ser pilo paga".
Brayan Esneider relata que siempre fue consciente de que al abandonar el municipio para radicarse en Medellín, “el cambio seria radical y así fue, pero cuando se cuenta con el apoyo de la familia y nos encontramos con personas tan hospitalarias como las de esta ciudad, los efectos del cambio se sienten menos”.
El joven universitario nos cuenta porque decidió estudiar ingeniería civil: “Escogí ingeniería civil no solo por cuestión de gusto, sino porque es una profesión con futuro”.
Los dos jóvenes Craveños becados por sus capacidades intelectuales son hoy un modelo a seguir en los estudiantes de la institución educativa de la cual son egresados, pues manifiestan que lo que se hace con disciplina y dedicación tarde que temprano dará buenos resultados.
Pero esto no termina aquí. Nos falta contar la historia del joven tameño Geiler Eliecer Parra, el último de los tres araucanos de los que les hemos hablado en las redes sociales y que hoy, a diferencia de Dayán y Brayan, futuros ingenieros civiles, estudia ingeniería aeronáutica en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.
Y es que para contar la historia de Eliécer tenemos que profundizar en sus inicios académicos. Todo cambia al momento de relatarla, pues comienza en el año 2004, en el colegio Inocencio Chinca del municipio de Tame.
Parra dice que cuando inició a estudiar siempre lloraba cuando iba al colegio, nos cuenta que del colegio recuerda “los amigos, las salidas, los trabajos, mis profesores, los regaños, en fin. Son innumerables momentos”.
“Fue un poco nostálgico dejar mi municipio, pues nunca había vivido en otra parte. Era un poco triste saber que tienes que alejarte de tu familia, amigos, municipio y todas tus cosas, pero la verdad todo esfuerzo vale la pena”. Manifiesta que fue lo que sintió al abandonar a su natal Tame, “La cuna de la libertad”.
Académicamente en la universidad le ha ido muy bien, pero aclara que no es fácil: “Todo es hecho con esfuerzo y esto no es la excepción. Pero cuando luchas por lo que quieres, lo logras”. Dice así mismo que de la universidad no le estresa nada.
Nuestros tres invitados coinciden en que no han sido víctimas de rechazo por parte de sus demás compañeros en la universidad, y sueñan con ver una Colombia educada y con ayudar al desarrollo de sus municipios.
Estos son solo 3 de los 84 beneficiados del programa "Ser pilo paga" en el departamento de Arauca, que hoy cumplen sus sueños de convertirse en grandes profesionales al servicio de sus comunidades.