Somos o no somos, no existe ninguna otra disyuntiva diferente, en cuanto a los fundamentos que tenemos y expresamos con conceptos, y sobre las realidades que suceden a raíz del efecto que producen ellos, plantear que podríamos ser si tomáramos tal o cual camino o decisión, pero que hasta el día de hoy ni lo uno ni lo otro ha ocurrido, ni hemos hecho; o que en parte somos, porque hemos decidido tomar y hacer ciertas acciones, concluyendo postular a través de ellas algunos planteamientos en algunos temas vitales, simplemente es caer, y entrar, en el tipo de vaguedades que nos están conduciendo hacia la destrucción del planeta por muchas de esas obras realizadas, o hacia la descomposición de la especie humana, como tal, por las inacciones, siendo entonces nuestras dudas el trasfondo sobre las que se sostienen las causales que están llevando aceleradamente y sin remedio a las sociedades hacia las imprecisiones e indefiniciones, con respecto a todos los asuntos o temas trascendentales, que requieren de resoluciones concisas, precisas e inmediatas.
La humanidad ya no cuenta con más margen de error, ni tampoco con tiempo extra para seguir dudando, o dando vueltas como un trompo descontrolado, sobre ninguno de los problemas que estamos sufriendo, los cuales está necesitando urgentemente resolver, así que se tiene que apretar el cinturón, ponerse seria y responsable ante el hecho incontrovertible que no sabe, ni tiene el modo, de controlar al tiempo ni a la velocidad de ocurrencia de los sucesos que debe enfrentar, resolver y dominar.
Los intereses particulares y los fundamentos sociales y ambientales sobre los que se sostienen los sistemas individuales de progreso y desarrollo actual no pueden seguir siendo la guía para sostener a una humanidad emproblemada; hemos llegado hasta el punto preciso de empezar a actuar como grupo y comunidad, aunque para muchos sean estas ideas las que les puedan llevar a creer, y hasta pensar, que estamos haciendo referencia o apología a sistemas socialistas o comunistas. Y puede ser cierto que pueden dar para pensar así, pero la verdad de los hechos exige un manejo colectivo para nuestros inconvenientes y problemas. Así que si son estas las alternativas que debemos optar, tenemos que hacerlo por encima de las consideraciones personales y de los ejemplos históricos hasta ahora puestos en práctica con sistemas parecidos o fundamentados en estas ideas, sin que hasta hoy hayan funcionado bien; causales que siempre se sacan a relucir para cuestionarlos como las alternativas que se tienen que tomar, y poner en funcionamiento de inmediato, ya que como razón de peso se puede asegurar que se dispone del conocimiento y de las herramientas para poner en funcionamiento sistemas políticos, económicos y sociales que produzcan otro tipo de resultados a los que hasta ahora hemos tenido sobre el planeta, y sobre la masa de seres vivos, sean humanos y de otras especies; pues no hacerlo de inmediato es entrar en situaciones demasiado peligrosas, mortales, que en general nunca hemos experimentado, colocando a todo tipo de vida en un riesgo innecesario
