Cada día escuchamos como la sociedad en general, y sobre todos nuestros dirigentes aplauden, mencionan y exhortan la labor que desempeñan los profesionales de la salud en el país, sobre todo en estos tiempos de pandemia. Muchos los tildan de héroes, y en mi humilde opinión ese término es más que merecido, y para nada raya con la exageración.
Todos sabemos aquí y en Cafarnaúm que los héroes y heroínas no son necesariamente esos que nos han pintado como aquellos que andan con capa, con poderes sobrenaturales y con una vida casi perfecta. Los verdaderos héroes y heroínas son aquellos seres humanos reales y de carne y hueso que día a día afrontan sin capa o superpoderes los estragos de la vida, esa que no es precisamente casi perfecta. Qué más que héroes como los profesionales de la salud, esos que sin capa y sin superpoderes han tenido que capotear los estragos o vicisitudes de un oficio que es muy reconocido, y aún más ahora, pero poco valorado.
Es por lo anterior que a continuación vamos a conocer diez razones para llamar héroes a nuestros médicos en Colombia, y así entender la tarea titánica de estos hombres y mujeres que alivian, salvan, protegen y renacen la esperanza del moribundo, afligido y enfermo, y así finalmente engrandecer esta labor, y evitar a como dé lugar que nuestros profesionales de la salud sean y sigan siendo víctimas del abandono, ese que está matando más que la pandemia:
1. Precarización laboral, esa que explota y contrata por prestación de servicios, es decir por horas y prácticamente en la informalidad y a la derivada. Sueldos bajos y jornadas laborales interminables.
2. Privatización de la salud, del monopolio de las EPS y todo el juego de la ley 100 y sus afanes por mantener un sistema donde los perjudicados son los pacientes, y por ende nuestros profesionales de la salud
3. La corrupción, un mal que según la superintendencia de salud en el año 2018 había más de cuatrocientos hospitales públicos del país desangrados por este mal, y que según las encuestas cerca del 22 % de los colombianos les preocupa más este mal que el del coronavirus.
4. La injerencia en las decisiones y autonomía de los profesionales, donde cada vez más vemos como nuestros profesionales de la salud son objeto de las decisiones administrativas y burocráticas que vituperan la idoneidad y autonomía frente a la metodología y plan de acción de estos.
5. El desabastecimiento de los implementos y equipos necesarios para ejercer la labor, en donde frecuentemente vemos como los médicos se tienen que ingeniar o improvisar para poder realizar su labor.
6. La falta de sueldos y valorización de la labor. Un incumplimiento a sus derechos, esos que sirven para tener una vida digna, esa vida que está quedando marginada por el negocio y la corrupción del sistema de salud.
7. La falta de voluntad política. Es del discurso político exaltar la labor de los profesionales de la salud, pero solo queda en eso, un mero discurso con ínfulas demagógicas y populistas que siguen manteniendo a nuestros médicos como héroes y heroínas, pero del hambre.
8. En esta coyuntura de salud que vive el mundo a causa de la pandemia del Coronavirus nuestros profesionales han tenido que dejar a sus familias para protegerlas de este mal, han tenido hasta que posponer hasta sus vidas personales por seguir en su titánica labor.
9. Arriesgar sus vidas. En esta situación de pandemia por obviedad o por culpa del sistema han sido víctimas mortales. Al mes de noviembre del año pasado había más de cien profesionales de salud en Colombia fallecidos y más de veinte mil casos de infectados. ¿A causa de la pandemia o del sistema?
10. La inconsciencia social. Veíamos atónicos como algunos profesionales de la salud eran víctimas de discriminación y exclusión por parte de la sociedad debido a su labor en tiempos de pandemia, además de ver la irresponsabilidad y falta de empatía de aquellas personas que siguen incumpliendo con las medidas de protección frente al coronavirus, mientras ellos exponen sus vidas para salvar otras.
