Tomás Ángel estuvo afuera del torneo sudamericano sub-20 por una decisión del técnico Cardenas. Escogió a un muchacho Caravallo que resultó siendo el peor jugador de Colombia en esa campaña, comiéndose goles hechos como el que protagonizó ante Brasil, un blooper monumental. Angel mientras tanto jugaba en el equipo de Autori era titular y hacía goles. Periodistas como César Augusto Londoño lo resistían, decía que no hacía falta. Le cobraban una vieja rencilla a su papá,Juan Pablo Ángel, un jugador que ha sido infravalorado en la historia de la selección. Angel marcó 62 goles con River Plate, una cifra a la que ni siquiera llegó uno de nuestros más grandes prospectos, Radamel Falcao García. En el Aston Villa Angel viajó este año a que le hicieran un homenaje. Está entre los goleadores extranjeros más rutilantes de los villanos. Acá le cobraron el hecho de que fuera lindo y paisa, dos pecados que la prensa de Bogotá no perdonaba a comienzos de este siglo.
Ángel ha sido crucificado por periodistas como Oscar Rentería quien afirmó que él era el que tenía a Nacional en una crisis. Ángel vela por los intereses de su club y estaba seguro que su hijo conseguiría la gloria que está teniendo en el mundial Sub-20. La disciplina que le inculcó al muchacho es total. Dicen que el pasado 1 de enero mientras todo el mundo se abrazaba en el saludo alcohólico de fin de año, Juan Pablo y Tomás entrenaban en un gimnasio. Los resultados se ven.
Para recordar lo equivocados que estábamos con Juan Pablo, un goleador que en Argentina es apreciado y de qué manera, veamos esta colección de sus goles más impresionantes.