Los sabios y milenarios Arhuacos utilizan el vocablo DUNI, para manifestar el agradecimiento a algo o alguien, esa consciencia humana que me permite exteriorizar a otra persona o un comportamiento del mundo el bienestar que me ha causado.
Una mamá promedio utilizo en su vida unas 456 horas diciéndole a sus hijos “Como se dice” para que estos bajando la cabeza y entre dientes dijeran “Gracias”; y no es fácil para los niños porque están acostumbrados a que sus padres y familiares hagan todo por ellos primero porque están en proceso de adaptarse al mundo y son muchas las cosas en las que no se pueden valer por sí mismos; y segundo porque en algunos casos el mundo gira alrededor de los más pequeños de la casa y los auto proclamamos emperadores del feudo.
“Nadie tiene obligación con nadie”, es otra frase frecuente y cierta; cierta excepto para los padres. Los humanos como mamíferos, no nacemos listos y quien o quienes nos engendran deben completar el proceso de adaptación con el mundo. Pero una vez tenemos el kit básico creemos que podemos andar por el mundo, únicos y omnipotentes, desconociendo un poco que somos un grano de arena en el universo.
Por lo tanto nuestra supervivencia y bienestar en el planeta están relacionados en cierta manera con la forma en la que otros interactúan con nosotros y hacen más fácil nuestro camino y como nosotros hacemos en algún momento más fácil el camino de los demás.
Teniendo esto en cuenta, y en este mundo de trueque en el que generalmente damos y recibimos, siempre va a existir algo que ofrecer al recibir y es el agradecimiento y voy un poco más allá de la palabra gracias y lo ato con la actitud y disposición de nuestro ser a celebrar ese acto desinteresado que otro humano sin obligación hizo por mí, como alguna vez escuche “El que agradece merece”.
Cuando agradecemos a aquellos que nos han regalado una acción, reconocemos y honramos su existencia. Reconocer al otro, uno de los primeros pasos en construir relaciones positivas. Saber que una sola palabra tiene el poder de conectarnos con los demás garantizando así nuestra sobrevivencia.
Agradezcamos que es gratis para nosotros e invaluable para el que lo recibe, como dicen los Arhuacos DUNI