El Dane reportó que el noveno mes del año registró una preocupante inflación de 0.72 %, cifra que resultó muy superior a lo previsto por diferentes analistas económicos que la proyectaban en 0.29 %; y sobrepasó la de un año atrás que se ubicó en 0.14 %.
Con este balance a septiembre, la inflación total continuó incrementándose del 4.74 % hacia el 5.35 % anual, alejándose de la meta proyectada por el Banco de la República de un promedio de 3 %.
La tasa está muy por encima de la meta fijada por el Banco de la República, que para este año entre el 2 % y el 4 %. La presión de la inflación se da, en parte, por el incremento en los precios de los alimentos que vienen teniendo problemas de oferta ante el fenómeno climático.
Precisamente varios de los productos en las centrales de abastos vienen registrando fuertes aumentos por el fenómeno de El Niño en diferentes regiones del país, incluyendo Bogotá.
Tres grupos de bienes y servicios presentaron variaciones superiores al IPC en el mes de septiembre de 2015: Diversión (1.48 %), alimentos (1,29 %) y transporte (0.79 %).
En alimentos, los subgrupos con mayores variaciones en los precios correspondieron a frutas (9.60 %), hortalizas y legumbres (3.98 %) y pescado y otras de mar (2,46 %).
Así, todo parece indicar que la inflación de 2015 cerrará entre 5.5 % y 6 %. Este panorama suscitará presiones de inflación salarial para el próximo año por cuenta de una negociación del salario mínimo legal vigente que, por mandato de la Corte Constitucional, no se podrá fijar por debajo a dicho guarismo.
Esta nueva sorpresa inflacionaria, según reportó Anif, provino no solo de su componente de alimentos, acelerándose del 6.11 % al 7.30 % anual. También continuaron los problemas de transmisión de costos de los importados, los cuales contribuyen a explicar la aceleración de la inflación subyacente (sin alimentos), pasando del 4.20 % al 4.58 % anual.
Finalmente, cabe destacar que todo lo anterior se enmarca en una situación macrofinanciera de deterioro por cuenta de la alta incertidumbre sobre el crecimiento global, con particular debilitamiento en el potencial de crecimiento del mundo emergente (con alta relevancia para América Latina y Colombia); los precios del petróleo y la situación económica de Estados Unidos y Europa. Aunque la presión del dólar en los precios de los alimentos importados ha sido superada en Colombia, especialmente en las plazas de mercado, con la sustitución de algunos productos lleva a plantear y profundizar en incentivar la reactivación del campo, la promoción de los pequeños productores, mercados campesinos y del papel que juegan las plazas de mercado.
Datos clave
El aumento en los precios se puede presentar por dos causas:
• Inflación debida a la demanda: El nivel general de precios aumenta porque hay un exceso en la demanda de bienes; es decir, se demandan más bienes de los que hay disponibles, por lo tanto, los bienes se hacen escasos y los vendedores cobran más por ellos.
• Inflación debida a la oferta: Este caso sucede cuando el costo de producir una unidad de un bien aumenta porque, por ejemplo, aumentan los salarios o los insumos para producir el bien. Al aumentarse el costo de producir una unidad de dicho bien, los beneficios de los productores disminuyen y los productores no tendrán tantos incentivos para producir ese bien, lo que hace que la oferta del bien disminuya, por lo que, ante una demanda constante, los bienes se hacen escasos y el precio de éstos aumenta.
En Colombia, la inflación se mide a través del índice de precios al consumidor (IPC), cuyo cálculo realiza el Dane.
El Banco de la República, por mandato constitucional, es el encargado de mantener el índice de inflación en niveles aceptables, con el fin de garantizar un adecuado desempeño de la actividad económica.
