A todos nos enseñan que Colombia es una país en vía de desarrollo, demasiado desarrollado para ser subdesarrollado y mediocremente subdesarrollado para ser desarrollado, tenemos avances tecnológicos sólo hasta donde nos lo permiten los países de economías supuestamente estables, pero la pérdida de la soberanía, la pobreza, el desempleo, la falta de planeación y las malas gestiones ambientales demuestran que no hemos sabido utilizar la limitada tecnología a la que se nos permite el acceso y dan pie para que se desarrolle una sequía cada vez más sofocante y devastadora.
El Ministerio de Ambiente y su hipocresía no conocen mesura; cuando graves problemas se desencadenan, lavan sus manos en las aguas de quien no tiene doliente; Las Corporaciones Autónomas Regionales, pero cuando no hacen esto, las usan para conseguir indulgencias ajenas. Este comportamiento arribista describe perfectamente al ministerio de lujo que poseemos, es obvio que nos hace falta planeación, esta sequía no es imprevista, es cíclica y sólo cuando golpea se toman medidas burdas y en ocasiones descontextualizadas como los subsidios para los afectados que, terminan no subsidiando nada
Existe un agravante; un plan para acabar con la desnutrición de La Guajira. Este corrupto plan no aportó nada, ahora los niños mueren de hambre y sed, bajo el agobiante sol y la extenuante sequía que se asemeja a la hambruna africana. Esta similitud deja entrever que para una economía que creció al ritmo de China en el último trimestre del año y que se jacta de decir que es la tercera economía más fuerte de América latina, no existe la previsión ó sólo se ocupa de problemas financieros. No falta Juan Manuel subiendo impuestos “ por que todos debemos ayudar a solventar la crisis” ó más cínicamente diciendo; al mal tiempo, buena cara. No hay forma de que los guajiros y las reces mueran felices, no la hay.
@jcarrascalp