Señores, les escribo para recordarles que ustedes tiene la salud de mi querido padre en sus manos. Él tiene una urgencia vital, su marcapasos se ha infectado y está prácticamente saliéndose del cuerpo. Imagínense ustedes lo que estamos viviendo los familiares y la situación de desespero que afrontamos.
Pero les escribimos, no para rogarle o suplicarle, lo hacemos para exigirle nuestro básico derecho como ciudadanos a un servicio de salud digno, el cual se nos está negando. Pues según las directivas de CAFESALUD en Cúcuta, este procedimiento debe ser pago por adelantado desde Bogotá.
Desde el sábado 3 de septiembre, mi papá Pedro Antonio González Acevedo, un campesino, oriundo San Bernardo de Bata en el municipio de Toledo, afiliado a CAFESALUD ingresó a la Clínica La Salle en Cúcuta. Su marcapasos se está saliendo debido a una infección que viene padeciendo ya hace un buen tiempo.
Tanto la clínica La Salle como La San José han hecho sus mejores esfuerzos para que la operación se realice lo más pronto. De hecho, la última valoración de La San José se hizo gracias a que los médicos conocedores del caso decidieron atender al paciente prácticamente gratis. El dictamen de los tres médicos fue que el procedimiento de extracción y colocación del nuevo marcapaso debería hacerse “a la mayor brevedad posible,” pues la abertura es altamente riesgosa para la vida del paciente. A pesar de la voz de alerta de los cardiólogos en La San José, todo está supeditado a que CAFESALUD pague por adelantado el procedimiento.
El día de ayer la clínica San José generó el diagnóstico y la conducta a seguir junto con la cotización que ronda los 8 millones de pesos. Todo queda ahora en manos de CAFESALUD, pero la gran preocupación de nosotros los familiares es que el paciente no puede esperar a que ustedes en Bogotá decidan hacer el giro de la plata para el pago por anticipado del procedimiento médico solicitado.
Es cierto que todos tenemos derecho al descanso, ustedes muy posiblemente se van a sus casas este fin de semana a descansar, pero ¿las necesidades y urgencias de sus pacientes pueden esperar? ¿Acaso nuestros familiares funcionan como máquinas que al dañarse, las podemos abandonar “al sol y al agua” mientras llega un “mecánico”? No Señores, están trabajando con seres humanos que adquirieron sus servicios médicos.
El caso de nuestro padre no es el único, caminando por los pasillos de las clínicas y por las oficinas de CAFESALUD hay mil y una historias del llamado paseo de la muerte al que han condenado a nuestra población. Norte de Santander, una población en general de raigambre campesina y humilde ha tenido que sufrir por décadas los embates de la violencia, pero curiosamente, ahora cuando queremos hablar de paz, es una entidad médica una de las principales causantes de muerte.
Por tanto, exigimos que CAFESALUD realice el pago, o adquiera un compromiso de pronto-pago con la Clínica San José, en la mayor brevedad posible para que nuestro querido padre pueda gozar de la buena salud que por derecho constitucional nos merecemos todos los colombianos.
